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"La ciencia no nos ha enseñado aún si la locura es o no lo más sublime de la inteligencia" así dijo Edgar Allan Poe. El talento creativo debería ser uno de las cualidades más buscadas y valoradas por la susceptibilidad de ser pioneros en nuestras estrategias de marketing, ya sea on-line u off-line. No obstante, la carrera del mercado está en marcha, es dura, competitiva y tiene lugar a velocidades vertiginosas.
"La creatividad bajo presión" o mejor dicho "el creativo". Cierto es que el estrés puede ser muy conveniente ya que produce cambios químicos en nuestro cuerpo que permiten que las conexiones neuronales y todo se desarrolle con más rapidez. ¿Cuántas veces conduciendo no te ha pasado que has esquivado un obstáculo sin saber si quiera como lo hiciste? Realmente el ingenio se agudiza ante la presión o estrés. Ahora, ¿es entonces apropiado generar ese ambiente de estrés laboral para conseguir resultados inmediatos? ¿Es esa actitud empresarial realmente efectiva?
El hombre actúa en gran medida por medio de la motivación. Ya en el 2008 el estudio de dos vías de la creatividad de De Dreu et al señaló que es posible llegar a resultados creativos por medio de vías opuestas. Tanto por medio de la motivación por aproximación, aquella orientada a la búsqueda de la consecución de resultados positivos o por medio de la motivación por evitación, aquella orientada a evitar consecuencias negativas. En mi opinión particular, a esta última yo la llamo en lenguaje llano, o popular, desmotivación o desesperación. Aquí justo veríamos la frase "la necesidad despierta el ingenio".
Internet está desvelando cada vez más la pérdida de creatividad, la falta de ingenio y vamos a decirlo el conformismo. Se confunde creatividad, con una adaptación que ha resultado ser tan productiva, efectiva y exitosa como su original que casualmente también era una copia. Más de lo mismo por todos lados. Nos apegamos a lo que funciona, y no indagamos, ni profundizamos más allá: algo que funcione mejor esperando ver la luz. La presión no da cabida a la libertad, la flexibilidad, y sobre todo, la imaginación.
En una época más lejana las profesiones creativas estaban claramente diferenciadas de las financieras, hoy ese muro se ha derruido y el afán por las mediciones, las estadísticas, y los procesos estructurados y extra-optimizados se están comiendo esa porción tan fundamental: el espíritu de las marcas.
"Hagas lo que hagas, hazlo bien" Ahora, os dejo pensando ¿Qué es para vosotros hacerlo bien? ¿Resultados o pasión? ¿Ambos? Quizás, ¿un equilibrio entre valoración cuantitativa y cualitativa? Para mí, definitivamente: el equilibrio.
