Cuando la calidad del contenido llama a la puerta, la cantidad salta por la ventana

Muchos recordarán el título de la canción que también dio nombre a aquel primer álbum del grupo español El Último de la Fila -"Cuando la pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana" - lanzado al mercado en 1985. Con un pequeño juego de palabras, hemos querido dotar de originalidad al titular de este artículo, con el objetivo de dar a entender la importancia de la calidad en toda estrategia de contenidos.

A medida que el espacio digital parece enfocarse hacia la importancia de los contenidos, es evidente que los vendedores están comenzando a ver el real valor que éstos les puede proporcionar. Pero diseñar una estrategia de contenidos efectiva no es algo fácil, lo que no implica que no esté al alcance de cualquier marca que así se lo proponga.

En un mundo intoxicado, conseguir llegar al público objetivo y captar su atención cada vez requiere de nuevas artes y renovadas ideas. Sin embargo, no podemos negar que el marketing de contenidos es una poderosa herramienta como arma de atracción masiva. Bien es cierto que hay que saber elegir la munición y apuntar con precisión; solo así conseguiremos el impacto deseado. Pero la premisa más importante y poderosa es aquella que nos recuerda que ante la cantidad, la calidad es el mayor activo para alcanzar mayor relevancia y notoriedad.

El contenido de calidad se consolida como la piedra angular para fidelizar los consumidores. Por ello es importante apostar siempre por la calidad antes que por la cantidad.Las empresas deben cambiar su concepto de la comunicación y apostar por compartir experiencias y contenidos relevantes.

Como en otras muchas ocasiones hemos repetido. Si el contenido es el Rey, el contexto es la Reina. Así ya lo puso de manifiesto Amy Manus, media director de la agencia Nurun en Atlanta al destacar en este sentidoque, "mientras el contenido es importante, es el contexto en el que el contenido se entrega, igualmente importante".

Por ello, las empresas y marcas que apuesten realmente por una estrategia de contenidos, han de destinar el tiempo necesario a crear piezas realmente únicas e inolvidables. Ése debe ser el objetivo, no el de generar en masa grandes cantidades de contenido, que solo contribuyan a aumentar el ruido característico del entorno online. No puede faltar por ello también ese toque de creatividad para lograr enganchar a los usuarios y fomentar su fidelidad.

Las empresas y marcas tienen el reto de poner en marcha sus estrategias digitales bajo el nuevo rol de auténticos generadores de contenidos. Los medios digitales sin embargo, acostumbrados a ello, deben establecer sus prioridades y líneas editoriales para ofrecer igualmenteinformación y noticias relevantes donde por encima de todo prime la calidad ante la cantidad. Enlos excesos y malas prácticasestá el riesgo de convertirse en los spammers de la nueva era de la informaciónde los medios yredes sociales.

No confundir Marketing de contenidos con comunicación tradicional

Es habitual encontrarnos con el error frecuente por el cual, muchas empresas suelen tener un concepto equivocado sobre aquello de "generar información" como parte de una estrategia de contenidos. SIn embargo, el 95% de este tipo de informaciones casi siempre en forma de notas de prensa, siguen pecando de un excesivo carácter comercial y al final siempre terminan en nuestras papeleras. Un mal al que podríamos referirnoscomo al del "contexto del Ego"de quienes sólo hablan reiteradamente de sí mismos, y que consideran a su audiencia objetiva en algo así como una clase de especie enferma de alzheimer a la que hay que repetir una y otra vez un nombre comercial, sin nada más interesante que contar.

Contar con la ayuda de profesionales

Como diría el refrán, "Zapatero, a tus zapatos". Y es que para conseguir crear contenido verdaderamente de calidad es preciso recurrir a especialistas en la materia. Somos conscientes de que las empresas disponen de recursos limitados, pero ello no puede ser obstáculo para no desarrollar una estrategia de contenidos profesional. Para ello, es necesario ajustar la creación de contenidos al presupuesto existente, siempre teniendo en cuenta la calidad, tal como decíamos en el apartado anterior. Asimismo, podemos contemplar la posibilidad de establecer sinergias y acuerdos de colaboración con profesionales en la materia. Aquí el "win win" puede ser la principal moneda de cambio.

Toda estrategia de contenidos ha de establecerse en torno a un objetivo, y contar con indicadores de seguimiento.

De nada sirve generar contenido y lanzarlo a los cuatro vientos, si no tenemos claro cuál es la respuesta que esperamos obtener. Para ello, de igual modo, es necesario registrar su alcance, y monitorizar la actividad que se genera en torno a él. Es la única forma de averiguar si realmente resulta eficaz y rentable nuestra estrategia. De otra parte, seguir de cerca las reacciones del público nos dará la oportunidad de actuar en el momento oportuno, implicándonos en la actividad social, y conectar con la audiencia.

Como se puede parecer, conseguir que nuestra estrategia de contenidos dé en el clavo es cuestión de proponérnoslo; de no aceptar como buena la primera propuesta e intentar ir un paso más allá. Todo sin perder de vista nuestro objetivo, y las necesidades de nuestro público.

¡Ah! y si te sientes nostálgico mientras escribes tus mejores contenidos, dale al play para escuchar aquella canción de "El último de la fila"y recuerda... "Cuando la calidad del contenido llama a la puerta, la cantidad salta por la ventana".