Según los datos del DIRCE (Directorio Central de Empresas) en España, el 95,2% de las empresas tienen un máximo de 9 trabajadores, es decir, estamos hablando de microempresas para las que el mundo 2.0 es algo todavía muy lejano.
Y digo esto porque según un estudio realizado por el ONTSI, el 64,1% de las microempresas cuenta con acceso a Internet o lo que es lo mismo, todavía, en pleno S.XXI, existe más de 1 Millón de empresas en nuestro país sin conexión a Internet.
Estas microempresas son las que más se pueden beneficiar de las acciones en redes sociales para darse a conocer, interactuar con la sociedad, ser más humanas y mostrar sus productos al mundo, pero… tal y como he titulado este post… empecemos por el principio.
A estas alturas cuesta creer que una organización pueda funcionar sin conexión a internet, es decir, sin página web, sin correo electrónico, etc. Y es muy difícil que estas empresas puedan comprender las bondades del 2.0 cuando todavía no han dado el salto al 1.0.
La banda ancha no llega a todo el territorio, y todos conocemos ejemplos de polígonos industriales de nueva construcción en zonas en las que no tienen conexión a internet.
Tenemos que avanzar mucho en este sentido y aquí tanto las empresas proveedoras como las Administraciones tienen mucho trabajo por delante puesto que esta situación que afecta a un número tan exagerado de empresas, no hace más sino lastrar la competitividad de nuestro tejido productivo.
Las redes sociales ofrecen enormes posibilidades para todas las empresas y organizaciones, posibilidades de las que un gran número de ellas no se pueden beneficiar por el mero hecho de estar localizadas en un determinado lugar.
¿Cómo va a promocionarse en Redes Sociales, por ejemplo, una estupenda casa rural situada en un maravilloso lugar donde no tiene acceso a Internet? ¿Cuántas oportunidades de ser conocida se está perdiendo?
Tenemos que empezar por el principio y no podemos perder de vista esta realidad de nuestro país, una realidad que he centrado en las microempresas por el volumen que representan, pero que también afecta al 2,6% de las PYMES.