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La revolución tecnológica ha propiciado unos nuevos hábitos de consumo de contenido y comportamiento por parte de los usuarios. Un hecho que confirman los recientes datos del informe de Deloitte State of Media Democracy.
El estudio pretende ser exhaustivo, por lo que ha dividido a los usuarios en cinco grupos de edad, para poder valorar la demanda real de los consumidores, en función de la generación a la que pertenecen.
Una de las principales conclusiones que se pueden extraer es que el incremento de múltiples dispositivos repercute en una menor influencia del contenido sobre el destinatario, así lo afirma Gerald Belson, Vicepresidente de Deloitte. Los usuarios combinan esta actividad multitarea mientras ven la televisión, e incluso cuando se disponen a ver una película.
Por su parte, el vídeo se consolida como el contenido que mayor fuerza tiene a la hora de influir sobre una decisión de compra, según refleja más del 20% de los encuestados. En cambio, la publicidad de display y los anuncios patrocinados continúan en fase de descenso. Como hecho destacable es importante mencionar que los anuncios que se muestran junto con los resultados de búsqueda han perdido un 10% de relevancia en 3 años (del 60% al 50% en la actualidad).
Aunque los avances tecnológicos irremediablemente atraen la atención de los usuarios, incitándoles a su adquisición, el producto mejor valorado por parte de los usuarios es contar con un buen servicio de internet. Es un hecho básico para el 93% de los consumidores, especialmente en el caso del wifi. Incluso el 59% estaría dispuesto a pagar más, si con ello obtuviera un servicio más rápido de acceso a internet. No en vano, lo utilizan en casa para múltiples dispositivos. De hecho, la videoconsola es el método preferido por los usuarios en Estados Unidos para conectar la televisión a internet. En el caso de las tablets, este porcentaje se eleva hasta el 70%.
La tablet, se ha posicionado además como uno de los 3 principales dispositivos electrónicos. Su crecimiento ha sido del 177% en el último año, de tal modo que una cuarta parte de la población en Estados Unidos cuenta ya con el trío de oro: smartphone, portátil y tablet.
