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Las redes sociales se han introducido hasta tal punto en nuestro día a día, que su influencia se muestra en aspectos tan importantes como nuestra forma de relacionarnos con nuestro entorno, o de consumir contenido.
Un nuevo comportamiento que inevitablemente se aprecia en el modo de ver la televisión. Desde la propia programación, hasta la publicidad. Las redes sociales permiten un grado de interactividad desconocido hasta ahora, abriendo camino hacia una televisión nueva.
El artículo de Econsultancy nos muestra las 6 Formas en las que las redes sociales están cambiando nuestro modo de ver la televisión para siempre:
Hacia una televisión más social. Las redes sociales ya forman parte del contenido televisivo. La caja tonta han hecho hueco en su programación a los medios 2.0; enriqueciendo su contenido, y aceptando la realidad: las redes sociales constituyen un medio de comunicación que ha derribado la unilateralidad propia de los medios convencionales; y sería de necios cerrarle la puerta, dado que su influencia ha impregnado todo a su paso.
Una televisión más democrática, donde la audiencia tenga voz y voto. Cada vez es más habitual ver en los programas espacios donde muestran en tiempo real los tuits que publican los espectadores, en relación al programa. Un claro ejemplo de ello es "El Chiringuito" de Jugones", una tertulia deportiva cuyo éxito se debe, según cita Óscar del Santo "a lo que podríamos denominar como una nueva era de marketing online televisivo que ha conseguido movilizar y enganchar a las nuevas "audiencias digitales""
Los espectadores ya no tienen por qué ser pasivos, sino que pueden participar activamente en la programación, incluso generando su propio contenido. Cada vez es más habitual encontrar a Twitter como "fuente de referencia" oficial para determinada información. El periodismo ciudadano está a la orden del día, y todo apunta a que así continuará.
Se ha generado una mayor demanda de contenido en directo. Todo coincide. Los usuarios disfrutan participando de la actividad televisiva; por tanto, demandan más programación en vivo. Este incentivo para mantener sentados a los espectadores frente al televisor se evidencia cuando los propios protagonistas del programa se prestan a interactuar con la audiencia. El 66% de los usuarios de Twitter en Estados Unidos afirma que le gusta ver los tuits de los participantes oficiales de los programas; bien sean de la cuenta oficial (31%) o de los actores o protagonistas (61%).
Las redes sociales registran el sentir general y valoraciones de los espectadores acerca del programa. Los usuarios transmiten a través de las redes sociales su opinión sobre aquello que están viendo en televisión. Por tanto, el time line refleja tanto la calidad o atractivo del programa, como sus defectos y carencias. Sin duda, un termómetro que permite conocer, en tiempo real, la postura de los espectadores frente a aquello que están viendo; y actuar en consecuencia.
Estas modificaciones afectan asimismo a la publicidad en televisión. Esta audiencia conectada y dinámica exige nuevos formatos, menos intrusivos y más relevantes. El modelo de interrumpir el programa no causa más que rechazo por parte de los espectadores, quienes buscan alternativas para evadirlos, o simplemente los obvian. Por tanto, las redes sociales permiten crear formatos más dinámicos, adaptados a la audiencia en tiempo real, así como al contenido. Una valiosa información que las marcas deberían aplicar desde ya a sus estrategia publicitaria.
