Google tiene planes concretos para convertir a los niños en sus nuevos usuarios. O mejor dicho, y teniendo en cuenta que estos niños ya son usuarios de sus productos, para ofrecerles sus servicios con versiones a medida para sus necesidades. La compañía empezará a trabajar a partir de principios de 2015 versiones específicas de sus productos más populares para los menores de 12 años. No se sabe exactamente cuándo aparecerán estos productos o cómo serán, porque Google no ha ofrecido ninguna hoja de ruta. Simplemente ha confirmado que trabaja en una adaptación de sus productos más populares.
Así pues, tanto las búsquedas, como Chrome o YouTube (productos muy populares de los que ofrece el buscador) contarán con una versión a medida para niños, como explicaba en una entrevista Pavni Diwanji, vicepresidenta de ingeniería, a USAtoday."Prevemos que será controvertido", reconoce la vicepresidenta, "pero la simple verdad es que los niños ya usan la tecnología en casa y en el colegio. Así que la mejor aproximación es la de simplemente verlo y hacer que la tecnología se emplee de una manera mejor".
La compañía quiere, según explica Diwanji, proteger en cierto modo a los niños. Quieren que sea "divertido" y "fácil de usar" pero también que "no haya nada inapropiado para ellos". Al mismo tiempo, estas versiones adaptadas de Google tendrán, en base a las explicaciones de Diwanji, más herramientas de control parental.
Aunque, por mucho que Google eche mano de las pautas de consumo de los niños (y como bromeaba su directiva de lo poco que los entienden: una de sus hijas se quejaba de encontrar horarios de trenes en una búsqueda cuando lo que buscaba era a un personaje de dibujos animados), lo cierto es que que la compañía lance productos específicos para niños tiene muchas más implicaciones que hacer sus servicios más sencillos y divertidos.
Anuncios para niños
La medida expondrá a los niños a anuncios y además permitirá hacer un tarjeteado mucho más específico para ese público concreto, un público que es mucho más sensible que los demás y que fuera de internet está muy regulado y limitado por las leyes el cómo acceder a él.
Los organismos de regulación de mercados y los de consumidores que vigilan los derechos de los internautas ya se han manifestado en el pasado contra algunas compañías que no han sabido controlar cómo acceden los niños a sus servicios y que no han implementado medidas para protegerlos de forma eficiente. Los primeros han apuntalado su posición con generosas multas.
En general, las webs y todos los servicios online tienen controles para impedir que los consumidores de menos de cierta edad se den de alta en sus herramientas. Facebook, por ejemplo, limita la edad de apertura de perfil a los 13 años (que es la edad en general que se usa en internet) y establece controles añadidos basados en la edad de sus usuarios. Lo mismo sucede en Google, que tiene una horquilla de edades que van desde los 13 años de la mayoría de los países a los 16 de Holanda para limitar el acceso a sus servicios. En el caso de YouTube, impiden a los consumidores logueados de menos de 18 años ver vídeos que no se corresponden a su edad (aunque, efectivamente, poco importa esa restricción si el usuario se desloguea y accede a la red de vídeos).
Eso no impide que en algunos de esos servicios haya usuarios de ciertas edades que no se corresponden a los límites establecidos y que estén presentes de forma masiva. De hecho, YouTube es muy popular entre los internautas tweens (niños de 8 a 11 años), entre los que tiene una penetración del 93% y que son por tanto un filón de consumidores para la compañía.
Estas realidades (los niños ya están usando Google de forma masiva) explican que el hecho de que la compañía vaya a realizar productos a medida no sea algo que llegue sin avisar. La rumorología llevaba meses apuntando a que Google podría crear un Google para niños en un futuro próximo.
