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Por Redacción - 4 Marzo 2015
Google es uno de los buscadores más potentes del mundo, de eso no hay ninguna duda a pesar de los diferentes resultados que esta compañía obtenga en las distintas regiones del mundo, los cuales son evidentes en los casos europeos, estadounidenses y asiáticos. Sin embargo, su situación sigue considerándose hegemónica, por lo que son muchas las empresas que guían sus estrategias de publicidad y marketing en función de la política del gigante motor de búsqueda.
En este sentido, es posible que se avecinen cambios en torno al criterio que Google sigue para ofrecer los resultados de las búsquedas. Y es que según publica la compañía, y recoge el periódico The Washington Post, un grupo de científicos de Google ha llevado a cabo una investigación, con resultados factibles al respecto, en torno a una nueva forma de clasificar los resultados de búsqueda.
La propuesta establece que es posible mostrar estos resultados de las búsquedas de los usuarios siguiendo un criterio de exactitud y veracidad, no como ahora mismo se sigue, en función de la popularidad de los mismos. Aunque se trata únicamente de un trabajo académico, el cual forma parte de los centenares de publicaciones de esta índole de las que se hace eco la compañía, lo cierto es que son varias las voces que apuntan a su viabilidad material. Y es que la compañía podría considerar la posibilidad de integrarla a su política de posicionamiento, dada la relevancia del criterio de verdad para Google y la percepción que la audiencia tiene de este valor.
Método comparativo
Pero esta propuesta, ¿cómo se lleva a la práctica? Según la investigación publicada desglosar las búsquedas en función de los contenidos certeros que las páginas webs presentan es mucho más fácil de lo que parece. De hecho, los distintos programas de software con los que cuentan sus especialistas pueden hacer determinar con facilidad si un dato, declaración o información determinada es verdadero o falso.
Así, explican desde The Washington post, basta con llevar a cabo un sistema de comparación, entre la información que se publica y su referente. En este sentido, Google cuenta con una serie de fuentes eficaces que le permitirían establecer la jerarquización de las búsquedas a través del criterio de autenticidad de los contenidos, las cuales, a su vez, no impedirían que los resultados se ofreciesen a los usuarios en un periodo mínimo de tiempo.
De hecho, continúa esta publicación, la relevancia con la que cuentan hoy plataformas como CIA World Factbook, Wikipedia o Freebase ayudarían al gigante buscador en su recorrido por los contenidos más fiables. Bases de datos, no obstante, a las que pronto se añadirían otras soluciones, estamos seguros de que mucho más avanzadas.
El que ahora Google pudiera apostar por este tipo de tecnología también podría tener mucho que ver con el inminente retorno de Twitter al buscador. De hecho, podría ser utilizada para analizar la información y darle relevancia a aquellos mensajes con mayor veracidad, descartando o penalizando rumores y falsas noticias. Aun así, de momento esto es solo una especulación.
Una propuesta sólida
Aunque la propuesta pueda parecer lejana, lo cierto es que no es descabellada. ¿El motivo? El interés de Google por anteponer los contenidos veraces a los contenidos populares. De hecho, la publicación de este documento se produce en un momento muy delicado para la compañía (y para toda organización relacionada con internet, en general) dada la confianza que no logran obtener de los internautas. Y es que el propio Google ha sido cuestionario en varias ocasiones por los criterios de orden y jerarquización que utiliza, pero también por la falta de precisión en sus datos.
Así, el estudio muestra, entre un total de una muestra aleatoria de 85 páginas, que solo 20 de estas contienen material correcto según los criterios que mueven a determinar el orden de los contenidos en Google. En paralelo, explican los responsables de la investigación, el cambio sería positivo en lo que respecta a los criterios a seguir por el SEO. Pero también, y mucho más importante, en la alfabetización de la sociedad civil y en el compromiso ético de estas y de las compañías tecnológicas.
