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¿Será este el verano más "móvil" y digital de la historia?

La dependencia del móvil es muy elevada y la llegada de los meses de verano no hace que baje o que se reduzca

Por Redacción - 7 Junio 2016

Varias son las constantes cuando llega el verano. Las temperaturas suben, la gente empieza a pelearse en duras guerras soterradas con gran peso de la batalla psicológica con sus compañeros de trabajo por ser quienes se vayan de vacaciones en agosto, las páginas de reserva de vuelos y de hoteles tienen un aumento del tráfico y los telediarios empiezan a llenarse de noticias sobre bañistas, altas temperaturas y temas amables con los que llenar el vacío informativo. Todo eso ocurre en el mismo momento en el que las temperaturas suben y se cruza la frontera entre el tiempo de trabajo, el curso escolar, y se pasa a los meses de estío y de desconexión. Pero, al mismo tiempo que todo esto ocurre, las marcas empiezan también a cambiar el foco de su estrategia y a centrarse en varias cuestiones que serán las que funcionen como elementos clave para establecer qué es lo que hay que hacer para conectar con el consumidor.

El verano cambia el orden de prioridades y también los hábitos de consumo, al tiempo que reajusta los mensajes que las marcas quieren y deben dar. Los anuncios se llenan de contenidos estacionales, en los que todo parece estar ambientado en playas casi paradisiacas de aguas turquesa y en los que los protagonistas (y poco importa que estén anunciando una cerveza, un coche o una pizza congelada) parecen entregados a una fiesta sin fin sin problemas, sin estrés y sin trabajo. Los productos del verano, como las cremas de protección solar, algunos refrescos o los helados, aparecen con fuerza desde el lugar en el que se habían ocultado durante el duro invierno y se convierten en protagonistas de más y más campañas hasta convencernos de que eso es lo que tenemos que consumir.

Y algunos nichos concretos del mercado se lanzan a la conquista directa del consumidor, ya que los meses que se avecinan y en los que ya estamos de calle son los principales en sus cuentas de resultados. Cadenas de hoteles, aerolíneas, agencias de viajes? Todos ellos se lanzan a la conquista del turista y a posicionar sus mensajes de forma destacada para que lleguen al consumidor.

Pero ¿qué es lo que todas estas marcas deberían tener en cuenta y qué es lo que deberían no olvidar jamás a la hora de establecer estrategias de conexión con los consumidores? En esta carrera por hacerse con el consumidor en verano, lo interesante y lo que no debería perderse nunca de vista es que, poco importa qué consuma o qué quiera, todos los consumidores tienen algo en común. En verano, también están pegados a sus terminales móviles.

El verano más móvil que nunca

La dependencia del móvil es muy elevada y la llegada de los meses de verano no hace que baje o que se reduzca. Las operadoras de telefonía móvil aprovechan estos meses para lanzar paquetes y ofertas con los que seducir a los consumidores que se van de viaje (y sí, estos serán los meses es lo que de pronto todo el mundo recibirá ofertas para pagar menos por el roaming o conectarse a internet desde donde sea pagando muy poco) y los consumidores se llevan el móvil con ellos a todas partes. Un informe de Hoteles.com señalaba no hace mucho que para los consumidores el móvil se ha convertido en una especie de extensión imprescindible, tanto que 3 de cada 10 personas prescindiría de su pareja o de sus amigos como compañeros de viaje antes de prescindir del móvil.

El móvil está presente en todos o prácticamente todos los procesos de consumo asociados al verano. De hecho, y por mostrar vía anécdota cómo el móvil lo marca todo, como acaba de demostrar un estudio de Vente-Privée, cada vez se emplean más estos dispositivos para hacer compras veraniegas: el 60% de las ventas online de prendas de baño ya se hacen desde el móvil "reforzado por la movilidad durante los meses estivales", explican en las conclusiones del estudio.

El peso del móvil dentro de las compras del verano va mucho más allá de simplemente la curiosidad y está de hecho cada vez más integrado en los hábitos de consumo del consumidor que se convierte en viajero en los meses de estío. Un 34% de los españoles ya reserva desde sus dispositivos móviles sus habitaciones de hotel, según el estudio de Hoteles.com.

Estos dispositivos se ven además no como un elemento que ate o que haga que todo el mundo esté conectado en todo momento, un elemento que impide desconectar, sino más bien como una herramienta que hace que se tenga más libertad a la hora de viajar. Desde que se han popularizado los smartphones, los consumidores son mucho más espontáneos en sus viajes y se lanzan más a la aventura, esto es, salen de casa con menos viajes cerrados porque ahora pueden escoger dónde quieren dormir simplemente haciendo un par de clics en el móvil. Así, un 37% ha reservado ya hoteles en el mismo día, un 9% antes de embarcar en el aeropuerto y un 5% en la recepción del mismo hotel o en la puerta del mismo empleando sus smartphones.

No se puede obviar al móvil

Y, por ello, las marcas no pueden ya dejar de prestar atención a los dispositivos móviles. Si durante el resto del año los móviles son una parte fundamental de la estrategia y una que debe ser cuidada con detalle y prestando mucha atención a la misma, la cuestión se convierte en mucho más importante y mucho más determinante durante los meses de verano, cuando los dispositivos móviles son, muchas veces, el único elemento que une al consumidor con las marcas.

Las compañías tienen que asegurarse, por tanto, de que su estrategia sea más eficiente que nunca y de que sus posiciones móviles estén seguras. No se puede descuidar el cómo se llega a los consumidores a través de esa vía y hay que hacer, en verano más que nunca, que acceder a los servicios de la compañía a través de esos terminales sea lo más fácil posible.

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