Opinión Estrategia

Lecciones de Marketing y Negocios de El Lobo de Wall Street

Tras el reciente éxito en taquilla de "El Lobo de Wall Street", dejando de lado la indudable crítica hacia la poca existencia de límites morales en los que se ve involucrado el protagonista, seguramente a muchos de quienes tuvieron la oportunidad de admirar esta obra del director Martín Scorsese se ha despertado en ellos la pasión por los negocios y de hacer realidad la idea millonaria que tienen en mente.

A lo largo del largometraje, de alrededor de 3 horas de duración, se hacen notables algunas claves y lecciones bastante valiosas al momento de emprenderse en el mundo de los negocios y las ventas, claves seguramente conocidas por muchos pero aplicados por pocos y que indudablemente llevaron a Jordan Belfort a un tremendo éxito, y de manera mal aplicada a una estrepitosa caída.

Algunas de las lecciones de Marketing y Negocios que pueden ser extraídas de esta cinta son:

  • Dedícate a lo que te gusta: Seguramente las impresionantes habilidades del protagonista no hubieran servido de mucho si no se dedicaba a lo que realmente le apasionaba, ser corredor de bolsa, ya que en un ambiente que inspire la superación y el crecimiento nuestras habilidades se potencializan.
  • No subestimar oportunidades: Aún la oportunidad más pequeña puede servir para aprender sobre nuevas ideas, procesos, contactos y direccionarnos a oportunidades más atractivas. Esto se evidencia cuando Belfort empieza a trabajar en un bróker que manejaba "acciones de centavos" y no tenían computadoras pero sus comisiones eran del 50%, donde él vio una oportunidad.
  • Ármate de un equipo: Al formar un equipo se tiene la posibilidad de llegar a más personas interesadas en lo que se esté ofreciendo. No siempre se puede formar un equipo con las personas mejor capacitadas, pero es suficiente con que estén motivadas y comprometidas para lograr grandes resultados. Además dentro del equipo se pueden encontrar socios que colaboren fervientemente a las causas que se propongan.
  • Definir las necesidades del mercado: Este es un proceso que sirve para encontrar aquellos productos o servicios que ayudarán al consumidor a llevar un mejor estilo de vida satisfaciendo sus necesidades, y por lo tanto consumiendo el producto. En el filme este principio se muestra mediante la técnica de "la venta de un bolígrafo" en donde Belfort señala que lo importante no es el producto en sí, sino la necesidad que satisface.
  • Cobijar tu oferta bajo una marca: "Stratton Oakmont" es la marca bajo la cual el protagonista logró ofrecer sus servicios a clientes más grandes y de esa manera crecer en el mercado. Manejar una identidad de marca ayuda a que el producto/servicio que se ofrece se identifique con facilidad y da seguridad y confianza a los consumidores asegurándoles una calidad consistente que se traduce en un desarrollo de lealtad a la marca.
  • No hay publicidad mala: Luego del artículo que salió en una publicación llamando a Belfort "el lobo" de Wall Street, a pesar de no ser algo de que enorgullecerse, cientos de personas mostraron su interés en trabajar con él. Esto haciendo referencia a la frase de Oscar Wilde: "es mejor que hablen mal de ti a que no hablen".
  • Buscar nuevos mercados: Luego de haber trabajado un tiempo considerable en un mismo mercado, Belfort decidió realizar una OPV (oferta pública de venta), abriéndose nuevas puertas con nuevos clientes. A pesar del fraude que acompañó a esta iniciativa, se debe rescatar que fue un emprendimiento el expandirse a nuevos mercados y nuevos servicios.

La lista anterior son sólo algunas de las lecciones que pueden ser aprendidas de este gran film. Invito, a quien desee, a ayudar a expandir la lista a través de su aporte en los comentarios.Sin duda alguna los excesos guiaron al personaje a un final escandaloso, que de no haber sido así seguramente hubiera representado una carrera profesional exitosa y formidable. Y tú, ¿cómo vendes un bolígrafo?

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