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En plena era tecnológica, hemos visto proliferar distintos perfiles profesionales, donde las habilidades digitales o de gestión de redes sociales son imprescindibles. Así, cada día es más habitual hablar del Community Manager, o encontrar ofertas de trabajo donde las empresas requieran un Digital Manager.
Una figura imprescindible para cualquier empresa cuyo eje de negocio gire en torno a las ventas online es el responsable de CRO (Conversión Rate Optimization). Cuya función primordial es mejorar el site que gestiona, con el fin de incrementar el ratio de conversión de la página. Bien sea de una landing page, o de una página de producto, este profesional debe ser capaz de retener en el sitio al público objetivo, y conseguir que completen el proceso que les llevó hasta él.
Descrito así, huelga decir lo importante que es para las empresas contar con un profesional de este perfil. De hecho, en los últimos años ha proliferado su adopción por parte de las empresas. Tal como muestra el informe de RedEye, en la actualidad, el 72% de las organizaciones tiene al menos una persona que se dedica especialmente a mejorar la tasa de conversión de sus páginas.
En cambio, el hecho de contar con un responsable de CRO no garantiza a las empresas el completo control de la conversión de su site. Cerca del 40% (38%) de las empresas participantes en el estudio considera que tiene un bajo o nulo control sobre ésta, aunque, todo sea dicho, este porcentaje ha disminuido desde el año anterior (43%).
De cualquier modo, solo el 14% de las empresas afirma que posee un pleno control de la tasa de conversión de su sitio. Un dato que nos da a entender que todavía es necesario avanzar y profesionalizar este sector. De hecho, aquellas empresas que han registrado mejoras en este sentido, han podido observar su repercusión en ventas.
El desarrollo tecnológico demanda nuevas habilidades digitales
El informe de LinkedIn destacaba recientemente, entre las habilidades más demandadas el pasado año, las relacionadas con el marketing online. Estas conclusiones dan muestras de la relevancia del marketing digital y la elevada demanda de profesionales cualificados en el sector.
Asimismo, el análisis y evaluación del Big Data contribuyen a un mejor aprovechamiento de estos avances tecnológicos y la reorientación de la innovación. Por su parte, la demanda de las distintas áreas relacionadas con el marketing digital l continúan en pleno auge, auspiciadas asimismo por la necesidad de medir y analizar los datos, con el fin de maximizar la inversión.
Por su parte, los datos de la OMI (Online Marketing Institute) indicaban que 7 de cada 10 marketers considera que su departamento podría mejorar en algunas áreas digitales. Entre ellas, la capacidad analítica ocupaba un lugar preferencial, en la cual solo el 39% de las empresas consideraba destacar.
Las nuevas estrategias de marketing necesitan, no solo ser capaces de recoger y analizar los datos, sino de profesionales capaces de obtener conclusiones útiles, y reaccionar en consecuencia. En este sentido, la capacidad para optimizar la web de cara a la conversión supone el retorno directo de la inversión; una tarea todavía en aras de desarrollar.
