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Los humanos somos seres de costumbres, no nos gusta adaptarnos a cambiosconstantes. Cuando algo se modifica mucho, terminamos dejándolo de lado. Esta máxima sucede en el mundo del consumo a diario, pues aquellos productos que no saben presentar un baremo estable de calidad y de servicio, terminan cayendo en un segundo plano para el consumidor. Pero quizás el caso de Facebook, que desde su fundación ha mutado una y otra vez en cuanto a diseño y funcionalidades, sea diferente. Y puedo imaginar por qué.
Facebook es la red social horizontal más utilizada en la actualidad, una plataforma que alberga a cientos de millones de usuarios a diario (se estima que 500 millones entran cada día), usuarios que, a pesar de los cambios, siguen en activo unos 900 millones de usuarios. Quizás esta persistencia se deba a que se trata de la plataforma mayoritaria y a que por extraño que parezca, no cuenta con competencia real que consiga hacerle sombra en el momento actual. Es cierto que existen otras redes sociales locales del estilo (caso Tuenti en España), pero ninguna con sus funcionalidades e igual potencial, en una red social la gente quiere estar conectada con su ecosistema de amigos y conocidos y ese punto a nivel global sólo lo consigue Facebook
Ya al borde de la década de historia, Facebook ha registrado casi diez cambios de diseño durante su trayectoria. Así ha funcionado la plataforma de Mark Zuckerberg, que no ha conseguido enfadar lo suficiente a los usuarios para que haya una fuga real de uso. Pero no todo van a ser los consumidores, sobre todo en lo que respecta al modelo de negocio publicitario de la red social en el terreno delcomercio electrónico. Para invertir, las marcas necesitan una garantía de estabilidad de la plataforma, una promesa de que se mantendrá estable durante cierto tiempo.
Facebook no lo ha conseguido. Quizás porque la plataforma tenga que mutar constantemente hasta encontrar su particular nirvana del diseño. Pero todas las remodelaciones no hacen más que lastrar la expansión del comercio electrónico en la red social y reducir su potencial para las marcas. ¿De qué sirve mejorar las estrategias de publicidad online e invertir en Facebook si, en pocos meses, estás expuesto a que todo ese trabajo se vaya al traste por una revisión del diseño del sistema o de las políticas de uso o del sistema de cobro a utilizar ...?
A razón de un cambio de imagen radical por año, con todas las modificaciones que ello conlleva (a saber, nueva posición para la publicidad, rediseño de las páginas, nueva interfaz para el usuario, etc.), ¿qué tipo de estabilidad ofrece para apostar por la masiva red social? Desde mi punto de vista, Facebook puede tener un gran potencial como canal de comunicación y venta, pero siempre que mantenga las reglas del juego, más ahora que Facebook está buscando nuevos modelos de negocio para hacer valer su acción en bolsa.
Las marcas confían en Facebook, emplazan a sus consumidores, utilizando sus espacios de promoción en Tv y otros medios, a suscribirse a sus páginas en la red social donde interactúan con ellos a modo de agenda informativa sobre sus productos. Por ejemplo en el comercio electrónico, toda interacción se debe transformar en venta, y con la "inestabilidad" que proporcionan los cambios en Facebook es difícil conseguir unos ratios de crecimiento en ventas que iguale al crecimiento del comercio electrónico.
