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Por Redacción - 14 Abril 2016
La muerte de la televisión se lleva pronosticando desde hace ya muchos años, pero lo cierto es que sigue resistiendo al pie del cañón, y sigue suponiendo una de las actividades principales de ocio de la mayoría de los espectadores. Sin embargo, no se puede negar que su influencia es cada vez menor y que, especialmente para los anunciantes, hay otros canales que empiezan a llamar más su atención.
Si tenemos en cuenta que en Estados Unidos, por ejemplo, las audiencias televisivas han bajado un 11% este año, y el 87% de los espectadores ya emplea otro dispositivo de conexión a Internet mientras ve la tele, no es de extrañar que el próximo año, según estimaciones de eMarketer, sea el primero en el que el gasto en marketing digital supere al destinado a la televisión.
¿Pero a dónde está yendo a parar todo ese dinero antes dedicado a la televisión? Según MediaPost, el principal beneficiario del trasvase son las redes sociales. Y es que lo que buscan los anunciantes es un canal con el alcance y la resonancia de la televisión, pero que también cuente con el poder de segmentación y rastreo de resultados del universo digital, algo que ofrecen las plataformas sociales. Además, no es que los anunciantes dejen de invertir en la tele y pasen a invertir en las redes sociales sino que lo que buscan es integrar ambas acciones, amplificando a través de las redes sociales el impacto y el valor de la publicidad televisiva.
No hay que perder de vista que redes sociales y televisión van, en muchas ocasiones, de la mano. De hecho, el 64% de los consumidores visitan alguna plataforma social mientras ven la tele, al menos en alguna ocasión, y los anuncios televisivos son responsables de una de cada cinco interacciones con marca en plataformas sociales. Parece, por lo tanto, que se puede crear una relación simbiótica entre ambos canales.
Porque las redes sociales no son solo el lugar de destino de los presupuestos televisivos (aunque sí son el canal que más está creciendo en inversión del marketing mix), sino que además, se espera que estas plataformas puedan contribuir a hacer de la tele algo fantástico de nuevo.
Las redes sociales pueden hacer la televisión más relevante
Las redes sociales permiten a la televisión experimentar interacciones con los espectadores en tiempo real, algo que no sería posible de otra manera. A través de los social media, los espectadores pueden comentar con el resto de espectadores, pero también con los protagonistas y creadores de los contenidos televisivos. Y de la misma manera, pueden ver las actualizaciones sociales a través de las pantallas televisivas. Eso sí, hay que tener en cuenta que esto solo funciona cuando es en vivo, por eso se debe dar prioridad a contenidos que se suelen ver en tiempo real como eventos deportivos, galas de premios u otros contenidos que generen expectación.
Por otro lado, las redes sociales pueden hacer a la propia publicidad televisiva más relevante a través de datos en tiempo real. Los marketeros pueden usar los datos sociales para determinar afinidades entre marcas, programas y celebrities, y pueden usar métricas de engagement para determinar el impacto de los anuncios. Hasta pueden comprar audiencias televisivas usando segmentación social.
Es decir, puede que la inversión en este medio baje, pero eso no quiere decir que la televisión se vaya a ir a ninguna parte. Su poder de alcance y su impacto emocional es altísimo, y puede que por el momento no haya otro canal mejor para construir imagen de marca. Pero el futuro de la televisión pasa, irremediablemente, por lo social y eso es algo que los marketeros no deben perder de vista.
