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Por Redacción - 13 Febrero 2015
"Una cosa buena que tiene la música, es que cuando llega, te olvidas de los problemas", así pregonaba Bob Marley hace ya un tiempo las bondades de la música y parece ser que el interés de los usuarios por ella es hegemónico, hasta el punto de superar a la televisión o a la lectura como principales actividades de placer y ocio. Un dato que demuestra el potencial que la música tiene para las empresas y los anunciantes, que pueden apelar al uso de esta y su transmisión en los consumidores si quieren mejorar métricas como la intención de compra o la receptividad.
Es lo que se desprende de un reciente estudio llevado a cabo por GroupM, en el que se encuestó a más de 2.000 consumidores estadounidenses que extrajo como principal conclusión que la música es un medio de transmisión muy interesante para las marcas pues se trató del primer indicador elegido por los encuestados (con el 22% de los votos). A esta le siguieron la televisión y la lectura, con el 21% y el 20% de los votos respectivamente. El interés por las películas, los videojuegos o las redes sociales se situó por debajo de este triunvirato.
Integrar la música como medio de comunicación con los clientes e incorporarla al plan de acción de cada marca es una de las consideraciones principales que aconseja el responsable del análisis, Morgan Buksbaum. De hecho, este analista sostiene que lo que más buscan los usuarios son las experiencias musicales en vivo, como recitales y conciertos, por encima de escuchar música grabada o en streaming a través de la red.
De hecho, esta práctica es común entre los consumidores pues uno de cada dos dijo haber acudido a un festival en los últimos doce meses, trepando este indicador hasta el 68% en el caso de los usuarios de entre 18 y 24 años. Estos datos son significativos, y sobre todo útiles, para las marcas, pues el comportamiento de los consumidores con respecto a este tipo de eventos les interesa. Ello es consecuencia de que en espacios de música en directo existen más posibilidades de que estos aumenten los sentimientos positivos y su tendencia a comprar un determinado producto.
Oportunidad para las marcas
La tendencia ha sido analizada también en este estudio y recoge una clara inclinación favorable a los conciertos y recitales en directo. De hecho, se sitúan un 27% por encima de las entregas de premios, un 15% más arriba que los eventos deportivos y un 14% por delante de los programas de televisión.
En este sentido, desde la compañía Live Nation media apuestan por las posibilidades de este formato, ya que las marcas se pueden beneficiar de la experiencia que tienen los fans en este tipo de eventos, las cuales van más allá de un espectáculo de dos horas de duración. Y es que las acciones estratégicas de publicidad y marketing están presentes no solo en ese momento, sino en todo lo que respecta al proceso de compra de las entradas, a los contenidos online informando sobre ellos o incluso a la posibilidad de proporcionarles acceso al backstage de manera exclusiva.
Experiencias en marcha
En esta línea, hay que subrayar que varias marcas de relieve ya se han hecho eco del potencial que supone la apuesta por la música como herramienta de marketing. Tanto en lo que respecta a artistas individuales como grupos. Así, grandes anunciantes del Reino Unido aprovecharon recientemente los conciertos de sus principales estrellas. No obstante, según sus organizadores, "todavía queda mucho" por recorrer en este sentido.
De hecho, las nuevas tecnologías, las redes sociales y el marketing online está íntimamente relacionado con la música como herramienta de persuasión de los consumidores. Y es que no solo basta con el control de los ángulos de la cámara de los recitales, sino para que triunfen, las empresas deben apostar por lo que sucede en directo y contarlo a su audiencia. Para ello, no les queda más remedio que valerse de las herramientas 2.0. Entre ellas, Twitter o Youtube se erigen como las principales soluciones para triunfar.
