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Es fácil caer en el error de pensar en el mejor mensaje para posicionar en un móvil, en vez, del mejor para impactar a la persona. Por ello mismo se debe crear la campaña pensando como siempre en nuestro público.
Obtener los permisos del consumidor
El proceso debe ser transparente, y el usuario debe conocer perfectamente a qué están concediendo permiso y qué consecuencias tiene esa concesión. Los estudios revelan que a más preguntas sobre información personal más se reduce el ratio de conversión. Por otro lado, durante el proceso de recogida de permisos se deberían limitar las preguntas a datos demográficos, edad, sexo, ingresos e intereses. Además, es fundamental que durante el momento de obtención de los permisos el profesional conozca el uso que se dará a esos datos. Es decir, el fin para afinar el proceso y adaptarlo a los intereses del mismo.
Orientación de la base de datos
La mejor forma de desarrollar la base de datos es comenzar a relacionarse con el público. A su vez que asegurarse de que la base de datos nos proporciona el feedback adecuado para analizar e interpretar los resultados. Una vez finalizada esta fase de primer contacto se tiene que comenzar la segmentación, la cual será un elemento crucial para nuestras campañas publicitarias futuras.
Las técnicas de segmentación más comunes en el marketing móvil hoy en día son la edad, el sexo, localización y las preferencias. Además, será esencial determinar la frecuencia con la que el usuario aceptará la recepción de mensajes así como la hora adecuada. Según estudios, el 48% de las personas prefieren recibir mensajes publicitarios en su móvil durante el fin de semana. La hora preferida se sitúa entre las nueve y las doce de la mañana aunque se puede prolongar dado que la siguiente franja favorita está situada entre las doce y las tres de la tarde. La hora crítica va desde las siete de la tarde hasta las doce.
Provocar el compromiso
Si el contenido es importante en el resto de los soportes, cuando nos referimos a marketing móvil recobra aún mayor importancia. Se necesita, más que eso, es fundamental desarrollar contenidos que atraigan, entretengan, inspiren y por consiguiente, enganchen. Obvio, útiles. Son 20 caracteres más que los que Twitter nos permite, por lo que los 160 caracteres que compondrán nuestra campaña de marketing móvil deben estar muy bien seleccionados.
Tratar la base de datos como un mini-mundo con vida propia
Por lo tanto debe estar constantemente actualizada. Las preferencias, intereses y gustos de las personas cambian según su etapa de vida.Es distendido el "miedo a preguntar" por temor a perder al usuario de la base de datos. Es mejor tener menos que más y desconocidos.Las preguntas nos permiten seguir profundizando en los gustos de las personas que nos han concedido su permiso para comunicarnos con ellos porque están interesados en qué tenemos que contar.
Darse de baja no es una opción
Está claro que legalmente es un derecho dar la opción de darse de baja y esta debe ser respetada. No obstante, eso no impide reconquistar al usuario y convencerlo de continuar. Solo hace falta "una sola" comunicación inútil para que el usuario catalogue el mensaje como spam. Por eso mismo, volvemos al punto cuatro: la importancia de actualizar el perfil de cada usuario constantemente para profundizar en qué quiere recibir.
¿Estás listo para iniciar tu campaña de marketing móvil?
