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Sí, la mayoría de nosotros deberíamos estar agradecidos de la existencia y proliferación de la publicidad online. Aunque para muchos, los anuncios sean cuales sean los soportes o canales utilizados para ello siempre resultarán molestos e intrusivos, lo cierto es que la publicidad en los entornos digitales nos ha favorecido desde el primer momento de su aparición.
No cabe duda que para grandes compañías como Google, la publicidad online se ha convertido en una auténtica mina de oro. El gran pilar de su negocio genera miles de millones de dólares anuales, sin embargo, gracias a ello también, el resto de usuarios nos vemos beneficiados de la innovación de una compañía que nos ofrece todo un arsenal de servicios y aplicaciones de carácter gratuito.
Al contrario de lo que ocurre con los medios tradicionales, en internet, la publicidad ha sostenido la viabilidad de muchos de los negocios y servicios a los cuales accedemos sin coste o de forma gratuita. Empezando por los propios medios de comunicación, aplicaciones y servicios como Spotify basados en un modelo free-premium o las tan de moda aplicaciones móviles que podemos descargar de forma gratuita gracias a la inclusión de anuncios publicitarios.
Sin embargo, esta cultura de lo gratuito parece resentirse ante la inviabilidad financiera de muchos nuevos negocios en la red. Algunos de los motivos que lograron que la publicidad online explosionara, fueron la posibilidad de ofrecer a los anunciantes impactar con su mensaje y alcanzar una audiencia de millones de personas a un coste reducido y mucho más económico que la publicidad tradicional. Sin embargo, esta brecha ha terminado generando cierta inestabilidad e inseguridad para muchos de las empresas asentadas en la red, ya que establecer modelos de negocios exclusivamente basados en la publicidad online más tradicional o sin ella, se torna casi imposible o insuficiente.
Los medios de comunicación son un claro ejemplo de todo ello, y de cómo la publicidad online ha servido para al menos amortizar una parte de su inversión aunque no lo suficiente como para hacer sostenible sus negocios. A corto y medio plazo, puede que muchos de los servicios - incluidos los medios - a los cuales ahora accedemos de forma gratuita terminen adoptando modelos de negocios basados en suscripciones de pago.
Incluso redes sociales como Facebookya han anunciado que los usuarios tendrán que pagar para enviar determinados mensajes. Y tampoco sería descartable que este tipo de "micro-pagos" se extendiera a otras actividades dentro de las propias redes sociales y medios de comunicación. De hecho, recientemente ya abordábamos un tema relacionado y muy interesante acerca de cómo Google podría mostrar a las empresas el camino a una nueva era de acceso a loscontenidos de pago.
En definitiva y aunque la publicidad online y sus anuncios publicitarios puedan parecer innecesarios, intrusivos o irrelevantes para la gran mayoría de usuarios, lo cierto es que gracias a esta publicidad, estamos disfrutando de multitud de servicios gratuitos que sin estos anuncios no lograrían sobrevivir sin tener por ello que recurrir a un modelo alternativo de negocio de pago.
Sin duda el último bastión financiado por la publicidad online durante los últimos años ha sido el de las aplicaciones móviles. La gran mayoría de usuarios de este tipo de dispositivos disfrutan de multitud de aplicaciones disponibles para su descarga de forma gratuita gracias a la inclusión de publicidad. Esta es la forma de financiación de miles de desarrolladores que han ayudado a impulsar y hacer crecer este mercado. Sin embargo ahora, muchos de ellos han decidido finalmente cambiar su estrategia y apostar por adoptar el modelo de pago a cambio de ofrecer una mayor calidad de sus aplicaciones sin restricciones.
Más allá de todo ello, el sector publicitario también ha podido experimentar en sus propias carnes el impacto de este auge hacia el cambio de lo off-line por lo on-line. Un sector sumergido en una profunda crisis que pierde volumen de negocio, y anunciantes a raudales que corren para cambiar su escenario de batalla apostando cada día más por internet. Sin embargo, las bondades de la publicidad online terminan beneficiando solo a unos pocos, y los soportes parecen ser los menos beneficiados en la cadena de este negocio. Al final, la publicidad se presenta como un recurso insuficiente de que no se puede depender de forma exclusiva, y si la publicidad desaparece como modelo de negocio, no duden de que seremos todos nosotros los que terminaremos pagándolo.
Entonces,daremos gracias a la publicidad y los anuncios online deseando haberla tenido mucho más tiempo entre nosotros.
