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Por Redacción - 13 Septiembre 2013
El uso de bots, programas informáticos que imitan el comportamiento humano, está afectando a la inversión publicitaria. Nuevos datos aportados por Solve Media revelan que en el segundo cuatrimestre de este año se ha incrementado hasta un 46% la actividad web sospechosa de ser realizada por máquinas y no por personas. Eso quiere decir que se han perdido en impresiones 9,5 billones (USA) de los invertidos por los anunciantes.
"El malgasto y la ineficiencia que supone estar mostrando anuncios a robots está amenazando con un retroceso en las perspectivas de inversión publicitaria", asegura Ari Jacoby, CEO de Solve Media. "Estamos observando muy cuidadosamente el mercado del vídeo y aconsejando a las agencias que tengan sistemas de seguridad anti-bot para garantizarse audiencias humanas".
En terreno mobile, las noticias no son tampoco tranquilizadoras para los anunciantes. Aunque la influencia de los bots ha sido menos, Solve Media ha detectado que la actividad sospechosa en móviles ha pasado del 22% registrado hasta abril, al 35% en este segundo cuatrimestre.
Curiosamente, las proporciones de actividad rara y más propia de un robot es más alta en el Reino Unido que en Estados Unidos. Pero aún así, en Europa no se encuentran las cifras más altas. Hay zonas del planeta como China, Venezuela o Ucrania donde son más altos los niveles de actividad web sospechosa de no ser humana. Mientras que en mobile, los países que van a la cabeza son Singapour, Macau o Qatar.
Los bots pueden ser utilizados para cumplir multitud de funciones . Desde las tareas de edición en Wikipedia hasta los chats online que resuelven en directo las dudas y consultas de los clientes en muchas tiendas online. Los videojuegos también cuentan con bots muy potentes capaces de jugar y vencer en el juego en cuestión.
El problema para muchas webs y anunciantes son los bots que realizan registros automáticos de cuentas de correo electrónico y que obligan a las empresas a requerir un paso más para registrarse en sus webs: demostrar que quien hay al otro lado de la pantalla es una persona y no un robot, tecleando los famosos códigos Captcha que actualmente utilizan la mayoría de páginas web.
