Opinión Branding

La creatividad es la inteligencia divirtiéndose

Presidente de Branward, consultora de marca.

¿A cuantos de los que nos dedicamos al branding no nos habrá pedido un cliente "soluciones creativas" para un problema determinado? La creatividad en sí misma es sin duda un factor clave en aportar una ventaja competitiva relevante para una Compañía, o más concretamente para una marca. Y siendo así ¿alguien conoce a un director ejecutivo que no quiera contar con una ventaja competitiva para su empresa? Yo no. Realmente la creatividad es algo que está ahí, que algunos contratan como un servicio específico porque les cuesta creer sin ver primero, pero que tiene el enorme poder de hacer que la gente lo valore, lo comparta y recomiende. La creatividad aporta a las marcas un lugar propio en el mercado y aplicada en su justa medida consigue un claro efecto de notoriedad.

Einstein decía que "la imaginación es más importante que el conocimiento" o que "la creatividad es la inteligencia divirtiéndose". Grandes verdades, el saber no ocupa lugar pero la creatividad es necesaria para poder obtener el máximo potencial del conocimiento.

Para mi, además de una habilidad que requiere de un proceso, la creatividad es una actitud, no es un servicio más, no puede venderse a un precio por hora. Es una manera de pensar que permite focalizarse en explorar ideas, generar posibilidades, buscar entre varias respuestas para un problema. Es un modo de ser y hacer que permite reforzar el ADN de cualquier marca, generando preferencia hacia ella, incrementando sus ventas. Y esto es algo que no se vende a peso.

Creatividad como habilidad: De niños somos ampliamente creativos. Después la cultura existente en nuestra sociedad nos coarta esta habilidad basada en crear algo nuevo a partir de la combinación, revisión o reaplicación de ideas existentes.

Creatividad como actitud: La creatividad se puede educar y potenciar. Pero ser creativo es una actitud frente a la vida que permite afrontar los problemas bajo una óptica lateral, que garantiza los mejores resultados.

La Creatividad requiere un proceso: Las personas creativas (y no me refiero solo a los que trabajan en el departamento de diseño) trabajan permanentemente con la mente abierta, con la capacidad para mejorar constantemente sus ideas. Este es un proceso sin fin, donde hay un inicio pero muchos finales. Donde cada solución a un problema puede ser revisada de nuevo y de un modo mejor. Donde la visualización imaginativa requiere del mayor esfuerzo.

Rita Gibert, autora de "Living with art", analiza como la gente creativa tiende a poseer una serie de rasgos comunes:

  • Sensibilidad: una facultad especial para sentir y observar. Resilencia para mimetizar lo que sienten otros.
  • Flexibilidad: una habilidad para adaptarse a nuevas situaciones y ver sus posibilidades.
  • Originalidad: facilidad para encontrar respuestas originales ante determinados problemas.
  • Optimismo: una habilidad que permite sentir libremente.
  • Productividad: capacidad para generar nuevas ideas fácilmente y llevarlas a la práctica.
  • Fluidez: estar siempre a punto para canalizar las nuevas ideas.
  • Habilidad analítica: talento para explorar en profundidad los problemas y conocer cómo ocurren las cosas.
  • Habilidad organizacional: habilidad mental para situar los factores en el orden correcto que facilite la consecución del objetivo final.

Las personas creativas ven los problemas como retos interesantes que vale la pena abordar. Los problemas no son bestias terribles a los que temer, sino que son oponentes dignos de ser vencidos. En este caso, la resolución de problemas es algo divertido, educativo, gratificante, y útil para la sociedad.

Y lo más importante, ser creativo implica interiorizar que cometer errores no es fracasar. El fracaso es una oportunidad en sí mismo ya que puede conducir al éxito %u2013porque significa que estás haciendo algo.

Presidente de Branward, consultora de marca.
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