Artículo Marketing Digital

Cómo lograr que nuestros mensajes de marca destaquen frente a una audiencia saturada

¿Cómo lograr que se escuche lo que las marcas tienen que decirle a su audiencia?

Por Redacción - 3 Septiembre 2015

Llegar al consumidor es cada vez más complicado. Cada vez son más las marcas que están intentando convencerlos de algo, cada vez son más los canales de comunicación y cada vez son más los estímulos con los que el ciudadano se cruza en su día a día. Las marcas tienen que llamar la atención en medio de un espacio lleno de ruido, en el que los consumidores sufren de un exceso de información en el que han empezado a priorizar fuentes y contenidos para ignorar a los demás.

¿Cómo conseguir por tanto cruzar esa barrera de entrada y lograr adentrarse en el corazón del consumidor? ¿Cómo lograr que al menos escuche lo que la marca tiene que decirle y que su mensaje no quede ahogado en medio de los miles de estímulos que recibe cada día? Lograrlo es complicado y requiere mucho trabajo y mucho esfuerzo, pero las marcas siempre pueden echar mano de ciertas normas y de ciertas ideas para posicionarse en una situación mucho más favorable a la de partida. En un análisis en MarketingProf destacan 5 puntos clave para que un mensaje de marca no quede sepultado en medio de la avalancha de información que supone internet y que bien valen como una guía básica para destacar en medio del ruido.

Personaliza

Puede parecer redundante lanzar esta recomendación, ya que la personalización de mensajes se ha convertido en una especie de constante que recomiendan prácticamente todos y cada uno de los artículos sobre cómo llegar a los consumidores en la era del exceso de información y en la era de internet. Sin embargo, parece que nunca está de más recordarlo porque personalizar sigue siendo una herramienta altamente efectiva.

Como recuerdan desde MarketingProfs, personalizar no significa sin embargo simplemente incluir el nombre del consumidor en las plantillas de los emails. No se trata de algo cosmético sino más bien de algo estratégico. La personalización necesita trabajo detrás y tiene que ser hecha con cuidado y con eficiencia. Los consumidores esperan que tanto los mensajes que reciben como las ofertas y los productos que le mandan las marcas estén pensados para ellos, que sean algo recomendado según sus necesidades. Tiene que ser algo personal y directo. Las marcas tienen que demostrar que los entienden como consumidores y eso no se cumple con un hola Paco o un feliz verano Ana. Para lograrlo hay que estudiar bien a los consumidores.

Echa mano de la ciencia

En este mundo cada vez más complejo no solo hay que conocer a los consumidores como si fuesen amigos cercanos (cuando en realidad son uno más dentro de miles y miles de consumidores) sino que además hay que saber llegar a ellos con las vías más adecuadas. La solución para conseguirlo: las herramientas tecnológicas. Puede parecer que el marketing es una disciplina alejada de la ciencia, pero lo cierto es que eso ya no es verdad. No vale solo con los instintos, no vale solo con la experiencia. Ahora, como apuntan en las recomendaciones, hay que abordar el mercado con el espíritu de un científico.

La tecnología es una aliada y ningún responsable de marketing debe sentirse limitado a la hora de emplearla. El big data, las herramientas que juegan con la automatización y la recogida de datos, los conocimientos estadísticos... Todas estas realidades permiten ser mucho más efectivos en el acercamiento al consumidor y en su conquista.

Mide

A las marcas les ha interesado siempre medir los resultados finales. Es una cuestión lógica. Una compañía necesita saber cuánto está vendiendo y si sus estrategias están siendo las más acertadas para conquistar a sus consumidores. Es decir, una empresa necesita saber de su ROI. Hacer beneficios es el objetivo final.

Pero lo cierto es que en el mundo actual, en el mundo del exceso informativo y en el que cada vez es más complicado llegar al consumidor, las necesidades son mucho mayores y las obligaciones, en cuestión de seguimiento, más exigentes. Ahora lo hay que medir absolutamente todo. No hay que ser tímidos a la hora de recopilar datos y no se debe dejar nada al azar. Hay que saber qué está ocurriendo con todas las cosas y cómo están respondiendo a todas ellas los consumidores. Todo debe ser trackeado y todos los pasos deben ser investigados. De los datos que se saquen se podrán establecer conclusiones que permitirán llegar más y mejor a los consumidores en el futuro inmediato.

Varía tus canales

Pensemos en algo tan básico y que parece tan poco relevante como las charlas de ascensor. ¿Les dices lo mismo a todos los vecinos con los que te cruzas en el ascensor o varías tus temas de conversación según el público al que te enfrentas? Y ahora vayamos a algo más cercano. ¿Te comunicas con todos los miembros de tu familia empleando las mismas herramientas? Seguramente no. Habrá con quien hables por redes sociales, a quienes les mandes un mensaje de Whatsapp, a quienes puedas recurrir al SMS (ya que aún no han dado el salto a la completa modernidad) y también a quienes tengas que llamar porque todo lo demás les suena a chino. Lo cierto es que en la relación consumidor - marca las compañías tienen que pensar mucho en estos dos escenarios.

Cada audiencia tiene un canal preferido y uno que es más efectivo para alcanzarlo. No vale con emplear siempre el mismo. Y no vale tampoco quedarse con generalidades a la hora de alcanzar las audiencias. Ciertamente, las redes sociales son cada vez más importantes y tienen cada vez más usuarios. Pero, igual de cierto, las redes sociales no son el sistema infalible para llegar a todas las audiencias. Para conseguir alcanzar al consumidor hay que ofrecerle un mensaje acorde con su segmento y a través del canal que emplea su target.

No te quedes estancado

Todos estos consejos y todas estas decisiones pueden ayudar a conseguir mejorar posiciones y a posicionarse en situaciones mucho más favorables para seducir y convencer a los consumidores, pero aún así no vale con quedarse simplemente con lo que se ha conseguido creyendo que de ese modo se tiene todo el camino andado. La realidad es mucho más compleja y mucho más variable. El trabajo debe ser constante y continuo. No solo hay que preguntarse si las cosas que se están haciendo tienen o no éxito, también es necesario cambiar en todo momento. La marca no puede quedarse estancada. Tiene que esforzarse por mejorar en todo momento.

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