Artículo Marketing Digital

Las claves y aspectos básicos del Growth Hacking

Por Redacción - 13 Septiembre 2017

El growth hacking es uno de esos términos que se han asentado en el mundo del marketing tras tener un momento de hiperpopularidad en el que todo el mundo parecía estar hablando de ello e intentando comprender qué era. El paso del tiempo lo ha asentado como una necesidad y ha convertido a sus profesionales en unos de los más deseados por las empresas, uno de esos trabajadores de moda por el que todas las compañías pelean.

Estos profesionales tienen que tener muchos conocimientos de muchas áreas y, sobre todo, tienen que servir a la compañía para ciertos fines. Tienen que solucionar problemas (como el hecho de que los consumidores son cada vez más dispersos), que ser capaces de conectar con los consumidores y que lograr, sobre todo, que la marca o empresa crezca.

Y este último punto ha hecho, sobre todo, que se crea que en cierto modo son profesionales que encuentran trucos para potenciar el crecimiento. Esto es un error. Como apuntan en un análisis en The Drum, el growth hacking no va de buscar atajos para crecer, sino de encontrar nuevas maneras de hacer las cosas, tener felices a los consumidores y crecer finalmente. De hecho, casi se podría decir que va de ofrecer una mucho mejor atención al consumidor y de encontrar cómo se está fallando en ello.

Por tanto, y como destacan en el análisis, se pueden marcar las claves y aspectos básicos de trabajo en este terreno. Ninguno va de intentar hacer todo con menos.

Antes de nada, sientas las bases

Como apuntan en el análisis, antes de lanzarse a hacer grandes cosas hay que tener bien asentados los pilares. Hay que construir lo básico, que en este caso consiste en optimizar el gasto que se está haciendo en marketing. Los marketeros esperan grandes cosas y se lanzan a hablar de cómo van a usar los datos y toda la información para llegar a los consumidores de una forma desconocida anteriormente y mucho más efectiva. Los datos les ayudarán a crecer, porque les permitirán posicionarse de un modo diferente. Pero antes de ese crecimiento, antes de esas campañas geniales, es necesario trabajar para tener los puntos de partida. Esto es, se necesita saber qué plataformas se va a usar y cómo, cuál será el camino a seguir y cómo se van a personalizar las cosas (no se trata solo de pensar en personalizar, sino más bien en determinar qué se quiere con ello y por qué y cómo se va a ir por esa vía).

Hay que construir el proceso

Si para algo se debe usar las técnicas del growth hacking es para posicionarse mejor en el mercado en lo que a proceso se refiere: los marketeros pueden tomar muchas mejores decisiones porque pueden posicionarse de un modo mucho más efectivo a la hora de conectar con los consumidores. Han escogido los canales más adecuados para cada consumidor y los han empleado en el momento más efectivo. Y es que ese es uno de los puntos claves y decisivos. El gorwth hacking tiene que permitir tomar decisiones más inteligentes y más adecuadas y tienen que ser capaz de desentrañar la complejidad en la que se mueven las empresas.

El ejemplo que emplean en el análisis permite comprenderlo mucho mejor. Las aerolíneas han usado el email marketing de forma tradicional para llegar a los consumidores, recordarles cosas y empujarlos a comprar, pero en los últimos tiempos han tenido que cambiar su narrativa y sus armas, porque para los consumidores los mails ya no funcionan tan bien como otras herramientas. Los mails ya no transmiten urgencia y si las compañías necesiten que actúen ya tienen que enviar notificaciones push. Lo que han aprendido es que tienen que jugar con herramientas diferentes y en momentos distintos si necesitan una respuesta.

El objetivo final es la hiperpersonalización

Y, al final, lo que permite este uso de los datos y el ser capaces de comprender vías y formatos que mejor y más se ajustan a los consumidores en cada momento es crear procesos hiperpersonalizados para cada consumidor. La audiencia ya no es una masa informe que recibe el mismo tipo de mensajes de la misma manera en todo momento, sino que ha empezado a convertirse en un elemento con capas diferenciadas que obliga a lanzar mensajes distintos ajustados a cada grupo y cada momento. El camino pasa por los viajes de consumo, los procesos hiper-personalizados. La tecnología y los datos permiten conectar con las audiencias al segundo y crear nichos hiper-relevantes con los que llegar de forma más eficiente a los consumidores.

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