Eso es lo que debe pensar el dueño de una pyme que, encandilado por los flashes y las luces de colores de las redes sociales, ve pasar atónito
los meses con los mismos seguidores en sus perfiles.
El tema de la verificación de los resultados (el bendito ROI), es la primera preocupación de los directivos decentenas deempresas españolas. Dicen que
una buena respuesta, depende de lo buena que sea la pregunta, así quedestacamos algunas preguntas y consejos para reflexionar y que puedas orientar mejor
tus acciones.
¿Has planteado cuál es tu objetivo principal para entrar en redes sociales?
- ¿Mejorar tu posicionamiento en Google?
- ¿Resolver algún problema de reputación online?
- ¿Conseguir distribuidores?
- ¿Generar leads?
- ¿Mejorar tu atención al cliente?
No porque todas estas cosas no se puedan lograr, sino porque cada una de ellas necesita una estrategia diferente. Y por lo tanto, acciones diferentes.
¿Tienes un objetivo medible y cuantificable? ¿Y puedes ponerle una fecha limite de cumplimiento? ¿Has elegido las palabras clave correctas
para tu objetivo? Esto es muy importante. Fíjate si no puedes agregarle algunas complementarias que focalicen mejor la conversión. A lo mejor, las que has
seleccionado son muy genéricas o tienen mucha competencia. El orden empieza por casa. Por lo tanto, comunica internamente tus intenciones a tus empleados,
clientes y colaboradores.
¿Has identificado tus evangelizadores internos? Puede que tengas a un verdadero influenciador dentro de tus
filas, y no hayas dado la posibilidad de que se sume a tu causa.
Establece una política de uso y colaboración interna en redes sociales.
Tus empleados deberían ser tus mejores fans. Si no es así, tienes un problema que resolver antes de dar el paso.
Incluye tus redes en tus
materiales impresos. Pero cuidado, poner los logos de Facebook, Twitter, etc., no sirve para nada. Aunque quede peor, incluye los enlaces hacia
las redes. Obviamente, para eso deberás pedir primero la
vanity URL de tu página de Facebook antes. Si tienes una buena base de datos de email,
prepara una notificación
oficial de tus intenciones dentro de las redes sociales y los enlaces a las mismas, explicando cuál será la ventaja de hacerse fan de tu página de
Facebook, o seguirte en Twitter.
Optimiza tu presupuesto. Si no puedes tener una presencia continua, en lugar de publicar muchos tweets
con enlaces al día, reserva ese tiempo para interactuar con los otros usuarios y "conversar" con ellos.
Busca listas de Twitter generadas
por otros usuarios y analiza si no te interesa suscribirte a la misma para seguir de cerca a esos usuarios.
Encuentra tu momento dentro de tus
redes. Puede que el prime time establecido, no te funcione debido a la tipología de tus seguidores.
Sin caer en el spam o el intrusismo,
interactúa como página desde otras dentro de Facebook. Invierte una cantidad lógica de euros en la publicidad de Facebook. Tiene unas
posibilidades de segmentación que te permiten casi asegurar un futuro engagement con el nuevo fan. Además de todo esto, tienes que tener en cuenta que sólo
entre un 10 y un 15 % de tus acciones conseguirán una reacción por parte de tus seguidores. En lugar de eso, debes
buscar los resultados leyendo
más allá de los simples "Me gusta" o RT. Puede que hayas dirigido a mucha gente a tu web, puede que muchos hayan comentado tu vídeo en YouTube,
puede que muchos hayan visto o hayan descargado tu presentación de Slideshare. Puede inclusive que algún blogger haya destacado tu presencia en redes con
una entrada en su blog. Independientemente de lo que pueda parecer, todos somos aprendices y no existen recetas mágicas (por suerte). Por lo tanto, no pasa
nada con que te equivoques. Pero equivócate rápido, pide disculpas y sigue intentándolo, porque no hay marcha atrás en la forma de comunicarse con tus
actuales y potenciales clientes.