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Por Redacción - 22 Noviembre 2012
Ya loseñalabaAlbert Einsteincuandodecía aquello de que"es más fácil creer que pensar, y que esta era la razónpor laque existen más creyentes que pensadores". Y es que la fe demuchas empresas les hace seguir creyendo que todavía existen los milagros en esto del Social media o que cualquiera puede hacerse cargo de administrar las redes sociales, que los seguidores vienen soloso quecon la mera presenciael éxito está asegurado.
Nada más lejos de la realidad, el Social Media no es "llegar y besar el Santo"; sino el resultado de una estrategia cuidadosamente planificada y de mucho esfuerzo y trabajo diario. Sin embargo hay quien todavía espera que con la sola presencia en redes sociales, por arte de magia la empresa alcance una notoria presencia en internet, le lluevan las interacciones y comentarios positivos y los clientes se maten por adquirir sus productos. Sentimos decepcionarte, pero si lo que esperas es un milagro,estás completamenteequivocado..
Una comunidad online no se crea en 7 días. Todos los inicios son duros, y en este ámbito no iba a ser menos. Al abrir un perfil social te encuentras como en mitad del desierto: rodeado de la nada. Sin contenido, sin seguidores y, lo que puede ser peor: sin saber qué hacer. Para afrontar esta situación es necesario que cuentes con una estrategia adecuada y, si no cuentas con la formación adecuada, ponte en manos de un especialista, quien sabrá sacar adelante el proyecto. Los usuarios no se multiplican, como los panes y los peces. Para conseguir seguidores, es necesario que les des motivos para que te sigan y, sobretodo, par que permanezcan a tu lado. Aporta contenido de calidad, adaptado a sus intereses; que capte su atención y les incite a compartir. De este modo aumentarás exponencialmente el número de seguidores y, sobretodo, fomentarás el vínculo con la marca. No hay profetas, aunque sí apóstoles y evangelizadores de la marca. No cuentes con que los usuarios por iniciativa propia se dediquen a recomendar a tu empresa a diestro y siniestro, a no ser que realmente crean en ella. Para ello, tienes que ganarte su confianza, demostrando que les conoces bien, sabes cuáles son sus intereses y qué cómo satisfacer sus necesidades. De este modo creerán en ti y estarán dispuestos a predicar las bondades de tu marca. A los usuarios no les basta con la fe. Para confiar en tu marca quieren pruebas y hechos. Muestras tangibles de que la empresa cumple su palabra, que realmente es merecedora de su confianza y efectivamente se preocupa por ellos. No creen en la vida eterna, ni esperan que les lleves a la tierra prometida, sino que mejores su día a día en este mundo terrenal. Tan sencillo como que les ofrezcas contenido de calidad, que les aporte valor, cargado de ocio y entretenimiento; así como que sepas tener muestras de tu interés hacia ellos, ofreciéndoles ventajas exclusivas y un trato especial. Esperan que atiendas sus súplicas y peticiones. Se dirigen a ti cuando tienen un problema, porque saben que en tu mano está la solución. Es tu obligación escucharles y hacer lo posible por remediar su situación. La reputación online no resucita al tercer día. Ante una crisis de reputación, tienes que saber cómo actuar, contar con un plan de actuación y mostrarte siempre accesible, dispuesto a hacer que las aguas vuelvan a su cauce, sin por ello aumentar el posible daño causado. Lo último que se espera de ti es que vuelvas la espalda al problema y esperes a que se solucione por sí solo. Tus seguidores esperan mucho de ti en Social Media, si no cumples tu palabra, serás tú quien arda en el fuego eterno.
