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Eres una empresa. Sabes que las Redes Sociales se han convertido en los nuevos medios de comunicación, que es allí donde está tu público objetivo y que no puedes permitirte no estar en ellas ni un minuto más Pero como el niño rico recién llegado al barrio y ávido de hacer amigos rápidamente, cometes sus mismos errores:
Compras fans y seguidores
Y si, es mucho más evidente de lo que crees. ¿Mil seguidores de la noche a la mañana y apenas hay interacciones en tus publicaciones?. ¿Tantos seguidores y no aportas ni un solo contenido propio de valor?.
Los verdaderos seguidores, como los buenos amigos, cuesta tiempo y esfuerzo conseguirlos. Y, como en la vida misma, un buen amigo vale más que mil que no lo son.
Haces regalos en concursos y sorteos
Que está muy bien, pero esos "amigos" estarán ahí el tiempo justo para hacerse con el premio y después desaparecerán. Muchos seguidores en poco tiempo que jamás volverán.
¿Que quieres hacer regalos?. Colabora con ONGs, apoya el medio ambiente, destaca por tu comportamiento ético... y deja que sean los demás quienes hablen bien de ti. Estarán encantados de hacerlo. Sólo tienes que darles buenas razones para ello.
Sólo hablas de ti mismo
"Yo he venido aquí a hablar de mis productos y servicios". Y por si a alguien se le olvida, no hablarás de otra cosa. No es que no parezca interesarte nada más, es que te obstinas en demostrar que no te interesa nada más. Y lo haces de forma tan evidente que sólo puede generar rechazo.
Aquí vienes a aportar valor. Y si no aportas nada, tu presencia, simplemente, no tiene sentido. Estarás perdiendo tu tiempo y haciéndoselo perder a los demás.
Utilizas lenguaje corporativo
Estás interactuando en una red social, tratando de generar confianza y empatía, pero sin embargo tus publicaciones resultan engoladas, asépticas y mercantilistas. Escribes notas de prensa, compartes menciones en medios de comunicación y haces ostentación de grandes cifras para demostrar lo importante que eres. ¿De verdad crees que sirve de algo?
Olvidas que te diriges a personas, con sus propias preocupaciones e intereses. Con cosas mejor que hacer que leer tu retórica corporativa. Escucha, entiende sus preocupaciones y ofrece soluciones e información útil y comprensible.
No tienes un lado humano
Te preocupa tanto dar "buena imagen", que no asumes ni reconoces los errores, te escondes detrás de un logotipo sin mostrar ni dar crédito a las personas que están detrás, trabajando por y para ti. No tienes rostro humano ni personalidad.
Si, es posible que te conozcan e incluso que hablen de ti, pero así dificilmente despertarás ninguna de las emociones positivas que buscamos en las relaciones sociales.
Todo lo mides en cifras
Tanto tienes, tanto vales. Cuantificas el engagement, el ROI, los seguidores, las visitas a tu web, las veces que se comparte un contenido, y sobre todo el aumento de las ventas... Porque, ¡resulta tan emocionante ver esos gráficos en curva permanentemente ascendente!.
Y sin embargo te olvidas del gran valor que está en lo que no puede medirse y que es la base de todo lo demás: La confianza, la simpatía, la credibilidad, el afecto, el reconocimiento, la fidelidad,...
¿Eres una empresa malcriada?. Si es así, aquí, en el barrio de las Redes Sociales, tendrás que cambiar tu comportamiento. Verás como hacer buenos amigos es más fácil y enriquecedor de lo que parece. Sólo tienes que tener paciencia y esforzarte en hacer las cosas bien.
