Artículo Marketing

Cómo el product placement llega e influye en los niños

Las pasadas cabalgatas de Reyes son un buen ejemplo: las marcas estaban presentes en ellas de una manera o de otra

Por Redacción - 8 Enero 2018

Es el día 5 de enero en una ciudad cualquiera de medio tamaño del norte de España. Los laterales de la calle están llenos ya de gente que espera pacientemente a que empiece la cabalgata de los Reyes Magos y el centro de la misma lleva ya unas cuantas horas sin tráfico esperando a que pasen carrozas, animaciones y los consabidos caramelos lanzados a los asistentes. Con bastante puntualidad, aparecen los primeros participantes de la cabalgata.

Y, entre esos primeros participantes, se encuentran una carroza de El Corte Inglés, con la identidad de la cadena de centros comerciales bien clara, y otra de Coca-Cola, donde no solo hay logos y más logos de la bebida de refrescos sino donde también una de sus botellas, convertida en una suerte de icono luminoso es la protagonista de su carroza. Y una vez que se fija en eso, es imposible no seguir la huella de las marcas y empresas en las demás carrozas. No es difícil encontrar a más marcas y más empresas, ya sea patrocinando una carroza o siendo ellos mismos la carroza en sí misma.

Pero lo importante no es que si uno se sentase a ver esa cabalgata de Reyes en esa ciudad concreta se fuese a encontrar con todas estas imágenes de marca, sino que, en realidad, lo más probable es que en la gran mayoría de las ciudades que a esa hora habían sacado a los Reyes Magos a pasear se encontrase algo similar. El centro comercial de la ciudad seguramente habría pagado algo y su nombre iba a estar por algún lugar, aunque solo fuese en el empaquetado de los caramelos. La cabalgata de Reyes, si uno se sienta a observarla con ojo crítico, es, en realidad, una suerte de paraíso del patrocinio y del product placement.

Los niños no comprenden la publicidad

Y se podría decir que el product placement es una constante recurrente en todos los eventos y en todos los servicios, pero la cuestión se vuelve especialmente peliaguda cuando la cosa está destinada a los niños. Porque los adultos tienen claro lo que significa product placement y lo que implica, pero lo más probable es que los niños no sean capaces de verlo igualmente claro. Si se analiza, por ejemplo, la relación entre los niños y los anuncios tradicionales, los que se muestran claramente como tales, ya se puede ver que los más pequeños tienen muchos problemas para identificar lo que es publicidad y lo que no lo es.

Los niños de 4 o 5 años, por ejemplo, no tienen constancia en absoluto del momento en el que el programa que están viendo en televisión se convierte en la pausa de los anuncios y lo ven por tanto como un todo. Pocos años más tarde, empiezan a comprender que un contenido y otro son diferentes, pero lo ven en la forma y no tanto en el fondo. Saben que lo que ven no es su programa, pero no saben que es un anuncio. La comprensión de lo que es la publicidad no aparece hasta los 11 o 12 años, que es cuando empiezan a ser conscientes de los trucos que emplean los anuncios.

Y, si esto ocurre con los anuncios, la cosa tiene que ser por tanto mucho más confusa cuando lo que se analiza es la percepción de la publicidad que se camufla en el medio del contenido.

Los efectos del product placement

Todos esto mensajes ligados a productos y marcas que aparecen en los entornos en los que los niños se mueven tienen efecto directo sobre no solo cómo se relacionan con las marcas, sino también sobre cómo consumen.

Un estudio del Hood Center for Children and Families at Dartmouth Medical School analizó hace unos años el impacto que el product placement de comida en las películas tiene en los niños. Las conclusiones fueron las de que alentaban el consumo de esos productos, lo que resultaba bastante negativo porque la comida que solía aparecer no era en absoluto saludable.

Otro estudio enfrentó a dos grupos de niños a la exposición a dos películas infantiles diferentes, una con un elevado porcentaje de product placement y otro con uno mucho más bajo. Luego se les ofrecían snacks para picar. Los niños que habían visto la película con mayor product placement acababan escogiendo, influenciados por lo que acababan de ver, los productos más poco saludables.

A eso se suma que las marcas que se benefician del product placement suelen tener un recuerdo de marca mucho mayor y más positivo entre los niños que reciben esos mensajes, como demostró un estudio belga. Esto ocurre incluso cuando el contenido patrocinado aparece con mensajes que advierten de que lo es, porque los niños no son capaces de reconocer lo que esto implica.

Más Leídos
Semanal
Mensual
Anual
Contenidos Patrocinados
ADS
Promocionados