La semana pasada nos despedíamos con buenas noticias: Forrester anunciaba que el comercio electrónico no frenará su crecimiento en Europa, y se va a convertir en el continente que liderará el mercado mundial del ecommerce en los próximos 4 años. La consultora apuntaba que Europa alcanzará los 191 mil millones de euros en ventas en 2017, cifra claramente superior a los 113 mil millones actuales.
No obstante, el dato verdaderamente positivo es el papel que jugará España como motor principal de este crecimiento. Según apunta el informe, España será el país europeo que experimentará un mayor crecimiento del comercio electrónico de aquí a 2017, con un tasa de crecimiento del 18% anual, hasta alcanzar 9.1€ mil millones de euros.
Pero, ¿hacia dónde evolucionará el ecommerce en nuestro país? De todos es bien sabido que el comercio electrónico se va a convertir en una parte fundamental de nuestra economía, con consumidores inclinando cada vez más sus hábitos de compra al entorno online. Todo esto impulsado por las principales ventajas que ofrecen las compras online: ahorro de tiempo, comodidad, dinero y la posibilidad de encontrar productos que no se encuentran en el entorno offline.
Sin embargo, las ventajas inherentes a la compra online no serán suficientes ante unos consumidores que cada vez demandan más una experiencia de compra adaptada a sus necesidades y perfil. Es por eso que los negocios que realmente deseen aprovechar este filón deberán apostar por crear plataformas de venta inteligentes que se adapten en función de las características de cada usuario; el llamado comercio online de nueva generación.
En realidad, para desarrollar una estrategia de comercio electrónico de futuro, es necesario tener en cuenta estos puntos básicos:
En definitiva, si bien el comercio electrónico marcará la agenda de la mayoría de empresas en los próximos años, lo cierto es que cada vez más la empresas deberán evolucionar sus plataformas de venta hacia las necesidades del nuevo comprador. Un comprador que demanda un proceso de compra social y personal que le permita tomar decisiones de manera fácil, rápido y con criterio. Todo esto sin olvidar que no todo se acaba en nuestra tienda online o nuestra tienda física, y que el proceso de compra actual pasa por la unión de todos estos puntos.