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¿Comprar nos hace realmente más felices?

Adquirir productos o servicios que nos ayudan a expresarnos como individuos aumenta nuestra satisfacción

Por Redacción - 13 Abril 2016

¿Quién no ha recurrido nunca a ir de compras después de un mal día, un examen suspendido, una discusión extenuante? ¿Quién no ha puesto fin a una tarde de lluvia y aburrimiento dirigiéndose al centro comercial -y comprando algo allí-? ¿Quién no se ha sentido un poco consolado al volver con un paquete bajo el brazo a casa?

Sin entrar en más detalles sobre la calidad de dicha felicidad, uno sí podría concluir que las compras, a veces, pueden mejorar el estado de ánimo. Ya vimos hace unos días que, según un estudio de Ebates Spring Shopping, la mayoría de los consumidores hemos comprado alguna vez como antídoto al aburrimiento y con el objetivo último de ser mucho más felices.

Para generar felicidad, el producto debe adaptarse a la personalidad de quien lo compra

Es lo que se conoce como retail therapy, algo en lo que reconoce caer el 96% de los consumidores de países como EE.UU. Además, aseguraban sentirse mucho más satisfechos cuando lo que compraban era para ellos mismos. Y es que comprar nos hace más felices, pero no basta con comprar cualquier cosa (como podemos comprobar cada vez que volvemos del supermercado de mal humor).

Ahora, un nuevo estudio de la Universidad de Cambridge aporta más luz sobre cómo las compras pueden conducir a una mayor felicidad, e incluso a una mayor satisfacción con la vida. Pero la clave es que no sirve comprar cualquier cosa: para generar felicidad, el producto debe adaptarse a la personalidad de quien lo compra.

Nos gusta gastar nuestro dinero en productos que reflejan quienes somos

Los investigadores ponen así fin al clásico dilema: el dinero sí compra la felicidad, pero solo cuando lo que compras con él encaja con tu personalidad.

Para llegar a esta conclusión se analizaron 76.863 transacciones de 625 participantes, cruzando esos datos con otros sobre sus rasgos de personalidad (en función a cinco grandes variables, extroversión, neuroticismo, amabilidad, conciencia y apertura a nuevas experiencias) y su satisfacción con la vida.

Descubrieron así que los que compraban más productos relacionados con su personalidad estaban más satisfechos con su vida (por ejemplo, una persona muy concienciada disfrutaría gastando en productos de fitness, y una extrovertida, gastando en bebidas saliendo por la noche).

Lo que es más, el hecho de gastar dinero en compras relacionadas con la propia personalidad era un indicador más exacto de la satisfacción o felicidad del consumidor, que la cantidad de dinero gastado o incluso los ingresos que tuviese.

Los resultados se confirmaron con otro estudio en el que los participantes recibían un bono para gastar en un bar o una librería. Mientras los consumidores extrovertidos estaban más felices en el primer caso, los segundos mostraban más alegría en el segundo.

Gastar dinero en productos que nos ayudan a expresarnos como individuos podría ser tan importante para nuestro bienestar como encontrar el trabajo perfecto

Como explicó una de las investigadoras: "Nuestros hallazgos sugieren que gastar dinero en productos que nos ayudan a expresarnos como individuos podría ser tan importante para nuestro bienestar como encontrar el trabajo perfecto, vivir en el vecindario adecuado o encontrar buenos amigos y parejas. Entendiendo mejor la relación entre las compras y la felicidad, esperamos poder aportar un consejo personalizado de cómo encontrar la felicidad a través de las pequeñas decisiones de consumo del día a día".

Por otro lado, el estudio hace hincapié en que las conclusiones pueden resultar útiles en diversas áreas, también en marketing y ecommerce. Señalan así que las tiendas online podrían recomendar productos no solo para conseguir un mayor número de clics, sino también para mejorar el bienestar de sus clientes, y por lo tanto, forjar una relación con ellos más profunda y basada en lo que les hace felices.

Comprar por Comprar: La Adiccion a la compra

Sin embargo, el hábito de las compras también está vinculado directamente con ciertos síndromes y problemas derivados como bien intenta contarnos el popular documental "Comprar por Comprar". Cuando el consumo deja de ser moderado y pasa a convertirse en una adicción, el hecho de comprar puede aportar a ciertas personas determinados estímulos placenteros y "cierto nivel de felicidad", en realidad, estas conductas pueden realmente revelar los síntomas de un problema mucho mayor.

Realizado en los años 90, este interesante documental trata el problema de la adicción a la compra, y al consumo en general, como problema general de la sociedad de consumo y, especialmente, como grave problema psicológicos y social que tienen un importante número de personas. Incluye testimonios de varias personas que sufren la adicción a la compra y la incapacidad de controlar su gastos y sus créditos, así como las aportaciones de diversos expertos y especialistas internacionales en la materia.

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