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Los marketeros no deben obsesionarse con las tendencias

Por Redacción - 31 Enero 2017

Una de las cuestiones que se han convertido en decisivas para los marketeros, uno de esos elementos en los que tienen que estar siempre pendientes y siempre al día, es el de comprender cuáles son las tendencias que están impactando en el mercado. Las tendencias son muy importantes porque permiten comprender qué es lo que está ocurriendo en el mercado, qué es lo que quieren los consumidores y lo que buscan y qué es lo que deberían estar haciendo para conectar con ellos a esos niveles. Por ello, las marcas y sus responsables viven atentos a los cambios de tendencia y trabajan para que ninguna de ellas se les pase por alto.

Pero ¿estarán errando al estar obsesionándose tanto con las tendencias? Es decir, ¿puede esta obsesión con las tendencias hacerles perder el norte y, sobre todo, no funcionar tan bien como ellos piensan a la hora de conectar con los consumidores? ¿Puede que las marcas de éxito en realidad no estén siguiendo las tendencias?

Las marcas tienen que ser capaces no tanto de seguir las tendencias como de ir por delante de ellas. "Los marketeros son culpables de ser los grandes seguidores, en lugar de los líderes", como apunta un experto y tal y como recoge Warc. Por ello, las marcas no deben simplemente esperar a que las tendencias se hagan evidentes y no deben simplemente esperar a que todo el mundo haga una cosa: tienen que ser capaces de posicionarse antes de la curva. Eso es, apuntan los expertos, lo que hacen las marcas que están conectando con millennials y miembros de la Generación Z.

Además, las marcas y sus responsables no siempre están usando bien las tendencias y no siempre están viendo el potencial real que pueden tener estas a la hora de conectar con los consumidores. Es decir, los marketeros a veces simplemente ven una cosa y se ciegan con ella. Un ejemplo es el mundo de las aplicaciones móviles. Como apuntan en el análisis, los datos de tendencias están señalando que cada vez se están empleando más y más aplicaciones móviles. Es un dato, sin más, pero este crecimiento del tiempo de uso de las apps ha hecho que los marketeros se lancen a crear más aplicaciones móviles.

Pero lo cierto es que, aunque los datos digan que se están usando las apps, esto no quiere decir necesariamente que ese tiempo de uso pueda repercutir de forma positiva en la marca o que la tendencia se pueda usar para convertirla en valor para la compañía.

Cómo usar las tendencias

Por ello, las marcas tienen que ser capaces de ir más allá. Los marketeros no deben simplemente seguir lo que está ocurriendo, sino que tienen que estudiar a sus consumidores antes de lanzarse a emplear algo.

Es decir, antes de sumarse a una tendencia tiene que pararse a pensar cómo esa tendencia encaja con su público, cómo son realmente sus consumidores (y por tanto si en realidad les interesa o no lo que se les puede ofrecer en esta moda) y cuán ligado puede estar o no esa tendencia a su felicidad (al fin y al cabo, si una tendencia solo acabará molestando a los consumidores no tendrá un impacto absolutamente positivo en ellos).

No vale con simplemente seguir la moda y no vale con esperar a que algo esté por todas partes y lo esté empleando todo el mundo. Las marcas y sus responsables tienen que ir por delante.

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