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El ocaso de la publicidad de Freixenet: cómo el anuncio estrella de Navidad no lo es tanto

Por Redacción - 1 Diciembre 2017

Una de las tradiciones de la Navidad era, en las pasadas décadas, el estreno del anuncio de Freixenet. El anuncio era una de esas cosas que todo el mundo quería ver, algo por lo que esperar pacientemente en las pausas publicitarias si era necesario para tropezar con él. Su tirón era tal que en algún año la compañía llegó a hacer campañas en medios en las que se anunciaba cuándo se iba a poder ver el anuncio por primera vez (como por ejemplo incluir una mención en la página de la tele del periódico) y se convertía también en noticia en él mismo. El anuncio de Freixenet era noticia por sus protagonistas, por su contenido y por lo que se contaba: era viral antes casi de los virales. El consumidor tenía la sensación de que el anuncio de Freixenet era el pistoletazo de salida de la Navidad.

Y, sin embargo, las cosas han cambiado. En los últimos años, el papel de embajador y pistoletazo de salida de la Navidad ya no está en sus manos. Para muestra un botón: solo hay que pensar en cómo nos hemos enterado este año de su estreno. El anuncio de Freixenet de este año se estrenó hace dos días, pero no me habría enterado - por contar la experiencia propia - si no me hubieran pasado el link por una app de mensajería preguntándome si no me había enterado de su estreno (y no, no lo había hecho) y si no me parecía de lo más soso.

A dos días de su entrada en la competición del viral de la Navidad, el anuncio de Freixenet - protagonizado por Michelle Jenner y Ricardo Darín - lleva 20.740 reproducciones en YouTube. Y está en la lista de tendencias del momento de la red de vídeos, pero en puestos de cola. El de Lotería (aunque con muchos días más para acumular visionados) lleva ya 444.592 reproducciones en su versión de tres minutos y medio y... 1.623.274 en la de casi 20 minutos.

Para hacer que la comparación sea un poco más justa, se puede mirar lo que ocurrió con el anuncio del año pasado. En estos momentos, el de Freixenet lleva 332.433 reproducciones mientras que el de la Lotería de 2016 lleva ya 5.451.471 (y eso que ahora mismo está oculto para buscadores en su perfil oficial). Hasta Campofrío logró en alguna ocasión robar el momento de la firma de cava con su anuncio navideño.

Reciclaje publicitario

¿Cuál es el problema de la publicidad de Freixenet y por qué ha entrado en una suerte de ocaso el que había sido el anuncio por excelencia de estas fechas? En 2016, la compañía repitió a las protagonistas de su anuncio y recicló el del año anterior, volviendo a emitir el protagonizado por el equipo español de gimnasia rítmica con un pequeño ajuste.

En 2009, ya lo había hecho también, volviendo a emitir el anuncio protagonizado en 2008 por el equipo español de natación sincronizada. La compañía hablaba entonces de que el "momento" era "duro para todo el país" y que había que aplicar moderación, por lo que habían lanzado "la campaña de publicidad de manera distinta". Con ello rompía su tradición: desde finales de los 70 había lanzado un anuncio nuevo para cada campaña.

De hecho, la esencia de la publicidad de Freixenet estaba en eso. Cada campaña de Navidad lanzaba un anuncio nuevo, protagonizado por alguna rutilante estrella del momento. Entre los 70 y los 90, por los anuncios de Freixenet desfilaron estrellas globales que bailaban, cantaban o brindaban con cava deseando con mejor o peor suerte en términos de pronunciación unas felices fiestas con Freixenet.

La estrella del momento en Hollywood aparecía en el anuncio, por el que Freixenet pagaba cantidades muy elevadas. De ahí, se pasó del famoso global al local (más barato, al fin y al cabo) con campañas con directores famosos o famosos más conocidos entre medias. Al fin y al cabo, en 2012 ficharon a Shakira y se gastaron 3,5 millones de euros y antes habían puesto a Martin Scorsese de director. Pero en general se podría decir, como resumían ya el año pasado los medios, que Freixenet ha pasado del gran gasto a la austeridad.

También está en la propia historia

Pero la cuestión no es solo de gasto, sino posiblemente fondo. El anuncio de este año está como muy lejos en términos de contenido con lo que se está haciendo ahora mismo y con las tendencias que dominan los anuncios de estas Navidades.

En cierto modo, el anuncio tiene un aire como viejo, es como un anuncio de otros años en el que se repiten hasta clichés que no parecen muy en la onda con lo que funciona en la publicidad de los últimos años. El pobre hombre sin facilidad de palabra que tiene que dar un discurso se convierte en argentino para poder tener don de lenguas y la mujer estrella del anuncio es una suerte de hada silenciosa (y sí, en este último punto también se han hecho muchos análisis del anuncio de la Lotería de este año). Claramente, de hecho, no es un anuncio para millennials, por ejemplo.

Sin embargo, el principal fallo podría ser la propia historia. En la época del storytelling y de los anuncios que mantienen la atención, el anuncio de Freixenet de este año es casi plano. Como decía una espectadora con la que compartí el anuncio tras ver que había salido y que tampoco sabía de su existencia dos días después, tras los primeros segundos de emisión ya le había aburrido.

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