Opinión Aplicaciones móviles

La imperiosa necesidad de traducir las apps móviles

?Internet y sus derivados han cambiado la forma de comunicarnos, la cual parece no asentarse definitivamente.

Prueba de ello es que todavía no nos hemos hecho a su acceso a través del PC y el ordenador portátil cuando los usuarios se conectan más desde los dispositivos móviles, tales como smartphones o tablets. Al menos en lo que al público más joven se refiere.

Todo ello nos hace plantearnos continuamente las formas de dar a conocer los productos y servicios, porque las cifras del mercado hablan por sí mismas. Y es que el negocio de las apps -o aplicaciones móviles- sólo el pasado año registró un volumen de facturación mundial de más de 19.000 millones de euros, una cifra que está previsto que se multiplique dentro de sólo dos años.

Los datos se hicieron públicos en la última edición del Mobile World Congress, pero no son las únicas. Así, sólo en nuestro país se descargan diariamente más de cuatro millones de aplicaciones y, sólo en 2013, crecieron un 115 por ciento. Algunas de ellas, como la mensajería instantánea y las derivadas de redes sociales generalistas, incluso, incrementaron su volumen de descargas un 203 por ciento.

Apps exitosas con acento español

Con una coyuntura como esta no debería sorprendernos que varias aplicaciones made in Spain triunfen a nivel global. Es el caso de Social Diabetes, Splyce y LogosQuiz Go! Para Facebook, todas ellas dispares entre sí pero unidas por el éxito que han tenido en el mercado internacional.

En el primer caso estamos hablando de una aplicación pensada para la población diabética y que fue una de las galardonadas en los premios Mobile Premier Awards. Vinculada al sector de las apps de la salud, que mueve sólo dentro de nuestras fronteras más de 4.000 millones de euros, está disponible en una decena de idiomas y se dirige a personas con diabetes tipo 1 y 2. La app hace recomendaciones de consumo de insulina basadas en las ingestas reales de los pacientes, sigue su ejercicio y ofrece medicina preventiva basada en su historial médico.

Splyce, por su parte, fue un éxito desde su puesta en marcha dado que sólo en los seis primeros meses desde su lanzamiento logró más de medio millón de descargas. De carácter gratuito se basa en el ámbito musical y ha recibido el precio de la App Store 2013, una distinción que no había conseguido ninguna app española hasta la fecha.

El tercer ejemplo ofrece la posibilidad de chatear con los contactos que tienen los usuarios de Facebook así como en un test en el que uno debe adivinar la marca de una compañía únicamente observando su logo. Ambas opciones, desarrolladas desde 2010, llevan más de 19 millones de descargas.

La importancia de la traducción

Todo ello nos hace pensar en la importancia que tienen las apps móviles, bien españolas, bien de otros mercados. Un público expectante de ellas, que está dispuesto a usarlas y a pagar por descargárselas es su principal motivo valedor. Lo mismo puede decirse de sus ámbitos de aplicación, especialmente extensos.

Sin embargo, de nada sirve contar con un target sólido, que vaya a adquirir una aplicación, si esta no se presenta en el formato adecuado. Y dentro de este ámbito entra en juego la traducción como uno de los aspectos más destacados para garantizar el éxito de iniciativas empresariales semejantes.

Por todo ello, no es de extrañar que el servicio de traducción de software móvil se haya visto incrementado notablemente en los últimos tiempos. Este trabajo incluye la traducción de la interfaz, los diálogos de usuario, guías, gráficos, manuales de uso, por un lado, y la descripción de la tienda de aplicaciones y la publicidad, de otro.

Así, el profesional de la traducción que vaya a realizar este tipo de trabajos de software móvil deberá ser manejador de un glosario y terminología suficientes para acceder correctamente a la información que vaya a traducirse, además de poseedor de un estilo definido, que sea capaz de trasladar a la aplicación móvil en su conjunto.

En paralelo, el profesional de la traducción tiene que estar atento de las diferencias culturales que pueden existir entre el idioma origen y el de la traducción, por lo que ponerse en el lugar de los usuarios potenciales de la aplicación será una tarea añadida. Del mismo modo, se tienen que tener en cuenta aquellos elementos que pueden interferir en la traducción, no necesariamente técnicos. Es el caso de la limitación de caracteres.

Con todos estos requisitos y teniendo en cuenta el contexto planteado unas líneas más arriba, nadie debe sorprenderse porque la traducción de este tipo de trabajos requiera profesionales especializados, una función que está comenzando a implantarse en instituciones académicas y educativas.

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