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El vídeo streaming y la retransmisión en vivo, cada vez más popular entre las marcas y creadores de contenidos

Por Redacción - 6 Abril 2016

El potencial de los vídeos en vivo es claro: por un lado, los vídeos son el tipo de contenidos que está generando más interés entre los usuarios (y más engagement con las marcas), por otro, las retransmisiones en vivo permiten cubrir noticias y eventos de entretenimiento en tiempo real, y en muchos casos, pueden llevar a anclar a una audiencia más o menos numerosa mientras se retransmite en streaming algo de su interés. Las posibilidades son muchas para figuras públicas y marcas, especialmente ahora que esa transmisión al vivo está al alcance de cualquiera.

Y es que la apuesta decidida de las redes sociales por las herramientas de vídeo en streaming es una prueba clarísima del potencial de este formato. Si al principio solo estaba Periscope (propiedad de Twitter), pronto Facebook quiso sumarse también y de hecho cada vez está dando más relevancia a su servicio de Live Video. Recientemente incluso Google ha anunciado que creará su propia aplicación para enviar por streaming los vídeos que se van captando desde el móvil: YouTube Connect.

Evidentemente, las marcas ya han comenzado a experimentar con estas herramientas, y cada vez emplean más los vídeos en vivo con el objetivo de alcanzar grandes masas de audiencia. Un claro ejemplo del potencial, como describe Business Insider, lo mostró la cantante Gwen Stefani, que fue la primera artista en distribuir un vídeo musical en vivo a través de Periscope, emitiéndolo mientras se estaba produciendo. El éxito de la iniciativa fue claro, ya que más de 25 millones de personas vieron ese vídeo mientras se emitía.

Pero no solo los artistas, también las marcas están haciendo sus pinitos: BMW también probó una campaña para uno de sus modelos a través de Periscope, emitiendo en vivo un vídeo del coche en una pista de carreras. Más de 5.000 personas lo vieron durante los primeros cinco minutos, y en total, consiguió 48.000 interacciones sociales y 16.6 millones de impresiones, además de 3.000 nuevos seguidores para la marca en Periscope.

Los inconvenientes de estos vídeos en streaming

Aunque el futuro de los vídeos en vivo parece glorioso, con cada vez más marcas interesados en ellos -lo que parece una respuesta natural a una situación en la que las empresas no han dejado de aumentar el número de vídeos compartidos en los social media durante los últimos meses-, también presenta algunos desafios.

Hay que tener en cuenta que los internautas se han acostumbrado a ver los contenidos online cómo, cuándo y dónde quieren, y una buena prueba de ello es el auge de los servicios de suscripción tipo Netflix. Sin embargo, los vídeos en vivo proponen volver al origen es decir: obligar a los usuarios a colocarse delante de la pantalla en un momento determinado para poder ver el contenido. Es cierto que hay un factor de novedad importante, y que hay muchos eventos que nadie querría ver después de que el resto ya los hayan visto (pensemos por ejemplo en las competiciones deportivas), pero es cierto que el consumidor actual quiere, cada vez más, tener el control sobre su consumo de contemidos. Para dar respuesta a esta cuestión, Periscope deja subido el vídeo durante 24 horas, y en Facebook Live queda para siempre a menos que el usuario lo borre.

Otro desafío es la dificultad de analizar los resultados, ya que en muchos casos, los likes y el número de visualizaciones son la única manera de determinar el éxito o fracaso de un determinado vídeo.

En todo caso, resulta evidente que las retransmisiones en vivo están en auge, y que el mayor consumo de vídeos vía smartphone posibilita la visualización de estos vídeos en directo prácticamente en cualquier momento. Las marcas aún son tímidas, probando las posibilidades de las distintas plataformas, pero está claro que cada vez tendremos más acceso a contenidos de este tipo por parte de las empresas y creadores de contenidos.

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