Artículo Tecnología

En menos de una década, las empresas y marcas podrían leer las mentes de los consumidores

Por Redacción - 20 Diciembre 2011

Es evidente que el mundo cambia y avanza rápidamente. Quizá más rápido de lo que pensábamos, y en ocasiones logros de la ciencia y la tecnología superan incluso con creces todo pronóstico y cualquier visión conocida de la propia ciencia ficción.

Esta sería una forma de describir lo que dentro de tan sólo cinco años nos permitirán los avances tecnológicos más avanzados, como por ejemplo la posibilidad de leer la mente de las personas. Así de rotundo lo ponen de manifiesto algunas de las predicciones desde la compañía IBM. Sólo será necesario pensar en algo, o realizar una llamada por teléfono para que esto pueda ser posible.

En la práctica, el hecho de leer el pensamiento no se refiere a que las personas puedan desvelar los secretos y pensamientos más íntimos de otras, sino de la posibilidad de nuestros cerebros puedan estar sincronizados con todo tipo de dispositivos informáticos que nos permitan por ejemplo controlar el cursor en una pantalla de ordenador con sólo pensar en el deseode que se mueva o controlar de forma más sencilla los dispositivos convencionales en ambientes del hogar.

Algunos de los avances en el campo de labioinformática ya han dado sus frutos a través de dispositivos que a modo de auriculares con sensores avanzadosque poseen la capacidad de leer la actividad eléctrica del cerebro e interpretar desde los propios gestos hasta los pensamientos sin ser necesario para ello ningún otro tipo de acción. Avances sin duda importantes que también están siendoaprovechados por el NeuroMarketing, desarrollandodispositivos como el NeuroFocus, capaces de medir las ondas cerebrales de los consumidores en la estimulación de productos y entornos de compra.

Evidentemente, esto nos sumerge de lleno en una nueva época de avances tecnológicos propios de la más extrema ciencia ficción, pero que comienzan a ser una realidad patente que comenzará a dar sus primeros frutos durante la próxima década.

Las implicaciones que estos nuevos avances conllevan son realmente infinitas. Más allá de la posibilidad de interactuar o controlar todo tipo de dispositivos de forma remota tan sólo con el pensamiento, se abre un abanico de posibilidades impensables hace tan sólo unas décadas.

Imaginemos por un momento el disponer de dispositivos capaces de establecer nuestras preferencias y la capacidad de transmitir nuestras percepciones osentimientos sobre diferentes productos para que estos sean recogidos por las propias marcas y empresas sin que ello pudiera incurrir en una intromisión a nuestros pensamientos personalesy más íntimos. O la posibiidad de que ante la necesidad de comer algo dulce, a través de nuestros dispositivos electrónicos, se nos puedan sugerir una serie de productos comestibles o lugares donde comer o cenar dependiendo del lugar donde nos encontremos.

Quizás para todo esto aun nos quede esperar algo más que cinco años, quizás más o incluso varias décadas, aunque lo cierto, es que la tecnología para que esto sea posible ya es una realidad.

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