Opinión Tecnología

Tecnología de pagos ¿qué le falta para cuajar?

Todavía queda mucho para que veamos desaparecer el medio de pago que sin duda ha revolucionado toda la historia del sector desde la invención de la moneda
Dirección de Comunicación Corporativa de Telecoming. Contenidos digitales, mobile billing,...

Los usuarios hemos cambiado, porque la tecnología nos ha cambiado. No se trata sólo de un cambio generacional, hemos modificado nuestros hábitos de consumo y formas de comunicación por la inclusión de la tecnología en nuestras vidas. Los procesos de pago no han sido indiferentes a esta realidad y se han apoyado en la tecnología para adaptarse a las nuevas exigencias de los consumidores. Y además está de moda. La innovación en pagos se lleva y no hay player bancario o tecnológico que no presente cada semana una nueva solución o funcionalidad.

El reto tecnológico para el pago es doble: por un lado debe aportar valor real a la experiencia de compra, si no, los usuarios no lo adoptaremos como alternativa real nunca. Por otro, es absolutamente necesario que encuentre un estándar para poder universalizarse como nuevo proceso.

El éxito de la tarjeta de crédito residía precisamente en estas dos variables. Fue la primera propuesta en reducir el manejo de dinero en efectivo, simplificando el proceso de pago, sin vueltas o cambios de dinero. Había una ventaja competitiva real entre el efectivo y el plástico, y los usuarios rápidamente apreciaron las virtudes de disfrutar de esta nueva solución. Pero la clave fue que con una misma tarjeta, se podía pagar en cualquier sitio (era un medio universal para todos los países y en todos los comercios). Por supuesto hay marcas y variedades, pero el proceso es estándar para todas. Esa universalidad o estandarización fue clave para imponerse como medio de pago viable y utilizado por todos.

Hoy la clave es la red, que difumina la barrera entre el mundo online y el offline, abriendo infinitas posibilidades al desarrollo de nuevos medios de pago. En el sector e-commerce la tecnología aplicada al pago pasa por la simplicidad. Las funcionalidades como el token o pago one-clic que permiten al usuario pagar sin necesidad de introducir los datos de una tarjeta (previamente registrada por una compra anterior), están pensadas para reducir los pasos en el proceso de pago y mejorar la experiencia de compra. El objetivo: vender más; el propósito que verdaderamente legitimiza la innovación en pagos y en cualquier otro campo.

Más allá del reto tecnológico está el regulatorio. España maneja un escenario complejo en donde los bancos eran hasta ahora los únicos jugadores en materia de pagos. La normativa europea introduce en 2009 nuevas figuras con posibilidad de competir en un sector en donde la innovación tecnológica brilla por su ausencia. Al margen de la estructura de mercado en términos de comisiones, tasas y esquemas, lo que es cierto es que los nuevos proveedores tecnológicos tienen mucho que decir en materia de innovación.

Si el escenario legal evoluciona, la tecnología no parece una barrera y los players se multiplican... ¿qué falta para que de verdad empecemos a utilizar nuevos medios de pago? Poco. No es una cuestión de soporte: el móvil, el reloj, un chip o una reinventada tarjeta serán meros gadgets de un proceso tan viejo como el comercio en sí. Así que la innovación no reside en el soporte tecnológico si no en el proceso técnico. Una vez tengamos un proceso estándar, el medio de pago que más valor aporte al usuario en el momento de la compra, ya sea offline u online, será el que se imponga entre los usuarios.

Hoy por hoy, la tecnología aplicada al pago está innovando en dos líneas: la primera es la reinvención de las tarjetas bancarias a través de su virtualización: wallets, tarjetas digitales, etc. Y la otra es la creación de nuevos medios de pago que no forzosamente irán ligados a una tarjeta de crédito. ¿Serán esas, alternativas en donde el usuario sólo deba disponer de una cuenta bancaria? ¿significará eso el fin de las tarjetas? No. Todavía queda mucho para que veamos desaparecer el medio de pago que sin duda ha revolucionado toda la historia del sector desde la invención de la moneda. Sin embargo es cierto que veremos alternativas que, si consiguen superar las dos barreras clave de mejora de experiencia y estandarización, podrán imponerse primero como medios complementarios y quizás más tarde como opciones reales de consumo.

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