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Por Redacción - 8 Julio 2014
Nuestro amor por el teléfono móvil nos ha llevado a saltarnos las normas más básicas de educación. Los buenos modales se pierden hasta en los momentos más íntimos, en el ámbito más privado, cuando la interacción cara a cara es fundamental, y estos aparatos electrónicos no hacen sino interferir las relaciones humanas.
Aunque parezca impensable, los dispositivos móviles están presentes incluso durante el acto sexual. Según la encuesta publicada por Skout, el 49% de los usuarios ha interrumpido este tipo de relaciones para atender al teléfono. Un hecho que afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque es más habitual en el caso de los varones. El 25% de los hombres junto con el 17% de las féminas admite haber interrumpido este tipo de encuentros íntimos para responder al teléfono.
No es de extrañar, por tanto, que este simpático terminal sea también la vía elegida para dar por finalizada una relación sentimental. La mitad de los encuestados ha recurrido a su smartphone para informar a su partener de que su affaire había terminado. En este caso, predominan las mujeres (48%), frente a los hombres (39%).
El uso del smartphone en el entorno social está considerado una falta de respeto, aunque se practica habitualmente
Utilizar los dispositivos móviles mientras estamos con más gente no está bien visto. Pese a que es algo que se realiza con frecuencia, el 67% de los usuarios considera que es un síntoma de mala educación; que deja mucho que desear sobre los modales de dicha persona.
Por ejemplo, el 52% de los encuestados considera que el móvil no debería estar presente en la mesa, a la hora de la comida; aunque, todo sea dicho, el 70% afirma con cierto sentido de culpabilidad que él también lo hace.
Otro hecho demasiado frecuente es el de hablar por teléfono, mientras estamos con con gente. El 34% admite que habla demasiado alto por teléfono, lo cual resulta molesto cuando está en público, mientras que el 13% realiza llamadas en mitad de la comida, rompiendo así la tranquilidad y cordialidad deseable para este momento.
Sin embargo, el 78% valora positivamente a aquellas personas que sí se muestran respetuosas con los demás, y evita utilizar su teléfono en este tipo de encuentros sociales.
Definitivamente, los dispositivos móviles constituyen un elemento del que no podemos separarnos, ni de día ni de noche. Un hecho que nos permite permanecer en contacto con nuestro entorno, pero que, a todas luces, está deteriorando nuestras relaciones personales. La posibilidad de disfrutar de la presencia física de las personas queda en segundo plano, incluso en momentos tan importantes como el acto sexual.
