Contenidos Patrocinados
Para la generación que nació con una tablet antes que un balde de playa y que tuvieron un perfil en Facebook antes que un carnet de identidad, hablar de tecnología es algo tan trivial como obvio. Conceptos como Wi-fi, Bluetooth y Netflix vienen incorporados de fábrica de igual manera que dinosaurios, arcoíris y unicornios. El hecho de llamar a mis sobrinos y conversar con ellos a través de Facetime estando en China y ellos en Chile no les provoca ningún asombro, cosa que para mí -y con seguridad para todos los que leen este artículo- es algo fuera de serie, increíble, solo equiparable al mundo de Los Supersónicos.
Todos quienes seguimos a la familia Sónico en el pasado vibramos con sus casas inteligentes completamente automatizadas, sus equipos de comunicación holográficos y sus fabulosos sistemas de transportación. La serie basada en el año 2062 nos mostraba un futuro híper-conectado donde los protagonistas podían interactuar digitalmente con todos los objetos y productos a su alrededor además de contar con simpáticos y eficientes asistentes virtuales en relojes y autos. Esta tecnología surrealista que enamoró a niños por décadas no es ninguna novedad para mis sobrinos en la actualidad, porque exceptuando cosas como casas suspendidas en el aire, autos que vuelan por el universo y excéntricos centros comerciales en asteroides, el mundo de "Los Supersónicos" ha pasado a ser nuestro presente y se hará más evidente en los próximos años gracias a la maduración de tecnologías como Internet de las Cosas o «IoT».
Cuando hablamos de IoT nos referimos a la interconectividad de todos los objetos que nos rodean con Internet. TODOS. Objetos, lugares o animales tendrán su propia identidad en la red, transmitiendo e intercambiando datos en tiempo real. Lo más parecido a un Pandora digital.
Pete Karns, Director del departamento de IoT en IBM también hace un nexo entre la famosa familia futurística y la Internet de las Cosas:
Esta idea de conectar digitalmente todo lo que nos rodea no es algo nuevo. Los Supersónicos ya jugaban con esto desde su estreno en 1962, treinta y siete años antes que el término "IoT" fuera acuñado. Lo que sí es nuevo es la combinación de cinco grandes ideas disruptivas: Cloud, Analytics, Social, Mobile y Security. Estas tecnologías junto con las condiciones de los mercados y economías están haciendo de la IoT algo real, ahora.
La aceleración de nuevas tecnologías crece de manera exponencial cada año, donde cada iteración en la materia es un avance gigante hacia la masificación de tecnologías como IoT. Para los aún incrédulos que piensan que estamos aún lejos de experimentar esta realidad, Erik Brynjolfssonand y Andrew McAfee explican este fenómeno de manera magistral en su obra "The Second Machine Age".
Según IBM y empresas especializadas, para el año 2020 existirán entre 75.000 a 100.000 millones de aparatos conectados a Internet, desde el cepillo de dientes hasta el masetero o la bombilla. Es por esta razón que el 51% de los seniors marketers encuestados por la Economist Intelligence Unit creen que la IoT será la tecnología que generará el mayor impacto al marketing en los próximos cinco años por sobre otras tecnologías disruptivas como las transacciones móviles en tiempo real (Google Wallet, CurrentC, Paypal, etc.)
La Internet de las Cosas revolucionará el mundo, cambiando nuestra forma de vivir y cómo nos relacionarnos con nuestro entorno "para siempre", dando inicio al marketing del futuro. Las compañías lideres en tecnología llevan años estudiando esta materia. Es momento que el resto de las empresas comiencen a trazar las primeras líneas sobre los cambios que esta nueva tecnología traerá para sus industrias y las oportunidades y desafíos que tendrán por delante.
