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Artículo Tecnología

¿Se ha convertido el internet de las cosas en la nueva obsesión de los marketeros?

El internet de las cosas se ha convertido en una de las prioridades top, en el tema que despierta más interés y, por tanto, en la nueva obsesión de los marketeros.

Por Redacción - 29 Noviembre 2016

Los cambios tecnológicos tienen un impacto directo sobre lo que las marcas hacen. La tecnología permite crear nuevas oportunidades y también ver nacer nuevos escenarios que pueden ayudar a posicionarse mejor o de un modo mucho más efectivo. Por ello, las marcas están siempre pendientes de esos cambios y de cómo los pueden aprovechar y sacarles el mejor beneficio.

Cada uno de esos cambios tecnológicos crea una suerte de fiebre, un elevado pico de interés cuando las marcas descubren que funciona o que puede tener elevados retornos. Se produce, de pronto, una burbuja de interés, un momento en el que todo el mundo parece estar hablando de ello y en el que todo el mundo parece estar ultrainteresado en el avance tecnológico en cuestión. La tecnología en cuestión parece convertirse, de pronto, en lo que "va a salvar el universo de las marcas" (y sí, muchas veces lo hace).

La última de las tecnologías que se ha convertido en uno de los grandes intereses de las marcas es el internet de las cosas. El interés por el internet de las cosas no es exactamente nuevo, ya que en realidad ha estado ahí en los últimos tiempos y ha sido ya analizado como una de las innovaciones con más potencial a futuro y que podría tener un mayor impacto en lo que las marcas están haciendo. Lo que sí ha ocurrido en los últimos tiempos es que este interés por el internet de las cosas ha generado un pico de interés que ha desplazado a otras tecnologías emergentes de las que en los últimos meses se hablaba de forma recurrente. El internet de las cosas se ha convertido en una de las prioridades top, en el tema que despierta más interés y, por tanto, en la nueva obsesión de los marketeros.

Así al menos lo demuestra un estudio de Advertiser Perceptions para MediaPost: de todas las tecnologías emergentes, los ejecutivos de las industrias del marketing y de la publicidad ven al internet de las cosas como el más importante. El estudio se ha realizado sobre una muestra estadounidense, pero, teniendo en cuenta que ese suele ser el mercado que lidera la adopción de este tipo de tecnologías en el mundo del marketing, los datos resultan especialmente interesantes.

El internet de las cosas domina porque un 24% de los encuestados asegura que es muy importante y un 50% bastante importante, cantidades que superan ampliamente a lo que logran otras herramientas tecnológicas. La inteligencia artificial es la segunda, con un 14% de muy importante y un 50% de bastante importante, cifras que iguala el marketing conversacional.

Le gana a la realidad virtual

A pesar de que ha protagonizado estudio tras estudio y análisis tras análisis, la realidad virtual y/o aumentada no logra posicionarse por encima de las demás tecnologías. De hecho, es la última de 4, con un 14% de marketeros que creen que es muy importante y un 48% que creen que es bastante importante. Esto también hace que la realidad virtual sea quien logra los ratios más elevados de marketeros que consideran que no es muy importante (28%) y uno de los más altos de quienes consideran que no es importante en absoluto (el 10%, el segundo por detrás del 11% que lo cree del marketing conversacional).

¿Por qué ocurre esto? La clave está en el momento que las marcas creen que están viviendo ambas tecnologías. Según apuntan algunos estudios, los responsables de la realidad virtual creen que sus productos tendrán beneficios en el corto-medio plazo. Con el internet de las cosas, por el contrario, se cree que todo está a punto de pasar. Es decir, se considera que los frutos están a punto de ser recogidos.

El internet de las cosas permitirá, además, no solo ofrecer muchos más servicios y de forma mucho más personalizada, sino que posibilitará que las empresas accedan a una de las cosas que más valoran, los datos. El internet de las cosas ampliará (y mucho) el rango de información que las marcas podrían recabar, lo que le convierte en muy atractivo porque se alinea con una de sus recurrentes obsesiones.