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El Big data no es una varita mágica que soluciona todos los problemas

El big data ha empezado a verse casi como una especie de fórmula mágica y aunque tiene muchas ventajas, también es verdad que no es una fórmula mágica.

Por Redacción - 13 Marzo 2017

El big data se ha convertido en el protagonista de muchos casos de éxito de marcas y de empresas en los últimos tiempos, ya que ha servido para posicionar mucho mejor a muchas de ellas. Gracias al big data y a su potencial, no han sido pocas las firmas que han solucionado errores, que han detectado poderosas tendencias de consumo o que han conseguido posicionarse mejor que sus competidores. Por haber, hasta han llegado a las pantallas películas en los últimos años en las que el big data ayudaba a solucionar problemas y a triunfar.

Esto ha creado una cierta imagen y unas ciertas expectativas. El big data ha empezado a verse casi como una especie de fórmula mágica, como un elemento ultrapoderoso que permite conseguirlo todo. Y sí, es cierto. El big data tiene muchísimo potencial y permite lograr muchísimas cosas. Las empresas que saben verlo pueden conseguir posicionarse de una forma destacada y pueden convertirse en apuestas ganadoras. Pero, aunque esto es absolutamente cierto y aunque el big data tiene muchas ventajas, también es verdad que no es una fórmula mágica.

Y ese es el principal problema que se puede ver en el big data y en cómo empresas, marcas y responsables de las mismas están encarando la cuestión. El big data es visto como una especie de varita milagrosa que solucionará todos los problemas y que permitirá entrar en un terreno de éxitos y ganancias. Sin embargo, mientras se piensa eso y se espera conseguir todo ello, se pierden de vista ciertas cuestiones. El big data tiene mucho potencial, pero los marketeros no deben olvidar que también implica ciertas exigencias y que también supone ciertos problemas.

Necesitas los datos

De entrada, el principal problema del big data y de su aprovechamiento está en su propia naturaleza. Su propio nombre ya lo deja claro: es big, grande. Para sacar el mayor beneficio posible del big data, no queda más remedio que partir de una cierta base. Se necesita información y no realmente cualquier información. Por un lado, para poder usar los datos con todo su potencial se necesita que esos datos sean muchos, masivos. Solo con una base muy amplia de información se pueden alcanzar conclusiones relevantes.

Por otro lado, no es solo importante la cantidad, sino también la calidad. Datos hay muchos, pero no todos son igualmente relevantes e importante. Para lograr realmente conectar con los consumidores y comprenderlos, se necesita una fuente de información que permita realmente adentrarse en ellos.

Ahora mismo se están jugando varias categorías

Todo ello hace que ahora mismo se pueda decir que existen varias categorías en lo que a datos y firmas se refiere. Así, están las empresas que han logrado recabar datos de calidad y las que no, que están sumidas en información que se repite una y otra vez o que directamente es falsa (porque, al final, cuando se piden datos a los consumidores estos acaban dando datos no siempre verdaderos). No es el único punto de tensión. También se pueden ver divergencias en cuestión de tamaños. Cuanto más grande es la compañía, más poder tiene de acceder a la información, haciendo que su situación sea mucho más fácil en este terreno que la de las pequeñas y medianas empresas.

Necesitas tecnología

Las necesidades que las compañías tienen cuando se aborda el big data no están solo ligadas a la información y a la calidad de la misma. En realidad, existen muchos otros elementos a tener en cuenta. Es el caso de la tecnología, que es absolutamente crucial para lograr sacar el mayor partido a la información. Los datos, por si solos, no valen mucho: se necesita la herramienta tecnológica capaz de sacarles el jugo. Por otra parte, las empresas también tienen que tener en cuenta otras cuestiones antes de sumergirse en el terreno del big data. La información tendrá que ser analizada y almacenada, lo que implica un mayor uso de tecnología y unas mayores necesidades en este terreno.

Necesitas personal

Y la tecnología no funciona sola y no se mantiene sola. Las empresas tienen que fichar a los perfiles que permitirán hacerlo y que lograrán por tanto solucionar todos los problemas y necesidades que vayan surgiendo. Esto crea una avalancha de nuevas necesidades y de nuevos perfiles a contratar, desde los perfiles más técnicos que se encargan de gestionar cómo se almacena la información a los más creativos que analizan los datos.

Tienes que saber qué preguntar

Otro de los problemas que genera el big data es el de esperar que las cosas pasen solas. Es decir, las marcas corren el riesgo de dar por hecho que una vez que tienen la información y una vez que tienen las herramientas tecnológicas el trabajo ya está hecho. Los datos se mostrarán como una suerte de oráculo de las verdades. Las cosas no funcionan así. Tan importante como solventar los pasos anteriores es el saber qué se quiere de los datos y por tanto lo que va a preguntársele.

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