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Los consumidores están obsesionados con la red y las marcas y empresas deben aprovecharlo

Por Redacción - 4 Abril 2017

Una de las razones por las que cierto tipo de viajeros reserva alojamiento en cierto tipo de espacios está en que ofrecen internet. En este universo en el que freelances y trabajadores creativos de todo tipo que trabajan un día en un lugar y otro día en otro se han convertido en perfiles cada vez más y más recurrentes, el WiFi y el internet gratis se han convertido en valores al alza y diferenciales que marcan el éxito o el fracaso de ciertos espacios turísticos. Parte del encanto de los apartamentos de Airbnb y similares no está solo en que son espacios (en teoría) de vida dentro de las ciudades que sus habitantes dejan a los visitantes, sino también en que incorporan casi en su totalidad ciertos tipos de servicios que para los viajeros se han convertido en fundamentales. Y parte, al final, de lo que hace que ciertos destinos de playa y sus hoteles se vean viejunos es que han hecho que el acceso a internet no solo sea difícil de encontrar, sino que además cuando esto ocurre lo cotizan a precio de oro.

Pero lo interesante no es solo ver el creciente interés que los viajeros tienen en el WiFi gratis, sino cómo reaccionan cuando este desaparece. Si se vuelve al ejemplo del principio, ese de los freelances que viajan y trabajan en cada rincón del mundo, se puede ver claramente cómo la desaparición de ese servicio marca la separación entre las vacaciones de ensueño y el anunciar que quien ha alquilado el piso va perdiendo, minuto tras minuto, estrellas en sus puntuaciones de Airbnb una vez que internet falla y que no se apuran a arreglarlo. Tener una buena conexión y ofrecer un servicio sin problemas se han convertido en la diferencia entre un buen servicio de atención al cliente y un servicio que el consumidor considera directamente nefasto.

Esta historia - que se puede completar con una simple observación durante las próximas vacaciones de cómo se comportan los viajeros y cómo se abalanzan sobre la primera conexión de WiFi gratuito que se les ofrece - ayuda a comprender cómo internet se ha convertido en un elemento determinante y crucial para los consumidores y cómo las marcas y las empresas se pueden aprovechar de ello para conectar con sus potenciales clientes.

Internet se ha convertido en una suerte de elemento de primera necesidad por el que los consumidores están dispuestos a hacer casi cualquier cosa. Las empresas solo tienen que pulsar ciertas teclas para lograr sacar de ello ciertos beneficios.

Internet como generador de leads

Uno de los mejores valores que aporta internet y el ofrecerla de un modo gratuito a los consumidores es el de convertirla en un activo a la hora de recoger datos y de crear por tanto leads. Además, y a diferencia de otros momentos en los que se pide al consumidor que de sus datos personales, en estos casos la información suele ser de cierta calidad y más verídica que en otras ocasiones. Ligar la conexión a internet al recibir un correo y confirmar algún elemento implica que los consumidores den sus datos reales. Además, en este caso no se suele sentir que la marca esté abusando, que esté pidiendo información simplemente para llenar luego nuestro buzón de publicidad. Es un dato que permitirá acceder a un bien mayor.

Internet como generador de información

Pero lo cierto es que no solo ofrecer una conexión a internet al consumidor permite recopilar direcciones de correo electrónico de los potenciales consumidores, sino que además posibilita el acceder a una gran variedad de datos sobre los clientes y sobre sus hábitos, intereses y referencias. La conexión WiFi permite por ejemplo recopilar muchísima información sobre geolocalización y tiempo de permanencia en tiendas y espacios físicos que permiten perfilar de una forma mucho más eficiente el acercamiento al consumidor.

¡Al rico anuncio!

Por supuesto, la conexión a internet gratuita permite redirigir al consumidor y hacer que entre en la red por el camino que uno quiere que siga. Esto supone por ejemplo obligarlo a entrar vía un portal en el que pueda ver toda la información que la marca quiere que vea. Esto es: mi WiFi gratis equivale a que tú veas mis anuncios.

Hablarás de mi marca por diez minutos de conexión

No hace mucho, en el feed de una red social aparecía una actividad no muy esperable de uno de los muchos contactos que suelen llenar de historias el feed. Había hecho checkin en un negocio no solo en una red social en la que no suele hacerse (o al menos no suele hacerlo cierto grupo demográfico) sino que además lo había hecho en la clase de tienda que nunca se esperaría que lo hiciese. Por supuesto, esto generó conversación y la explicación de la aparición de esa sorprendente actualización estaba en internet. "Tenía que hacer checkin público para que me diesen WiFi gratis". Y es que, por unos minutos de internet, especialmente cuando uno es en cierto modo un consumidor esclavo que no puede hacer otra cosa (no hay más que pensar lo que ocurre cuando uno está en el extranjero, sin internet móvil), se está dispuesto a hacer cualquier cosa, hasta llenar de mensajes los perfiles sociales.

El consumidor te elige a ti

Y, al final, todas estas cuestiones son un bien añadido sobre una realidad más completa. El consumidor, en esta batalla por estar siempre conectado, acaba prefiriendo a aquellos que le simplifican el camino.

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