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Ver anuncios publicitarios ¿moneda de cambio para la tecnología y los servicios gratuitos?

¿Es la tecnología gratuita el punto de entrada para que los consumidores vean anuncios?

Por Redacción - 13 Mayo 2015

La tecnología se ha convertido en una parte fundamental del día a día de los consumidores. Los usuarios ya no pueden vivir sin ella y cuestiones como internet o el acceso a la información se han erigido en una especie de productos básicos a los que nadie parece estar dispuesto a renunciar. Pero, sin embargo, acceder a estos productos no siempre es barato o asequible y los usuarios tienen que pagar elevadas cantidades de dinero por poder disfrutar de las cosas que quieren y que están cada vez menos dispuestos a no tener. ¿Se ha convertido por tanto la tecnología en un elemento clave que las marcas pueden emplear como punto de entrada para conectar con los consumidores?

El principal ejemplo de cómo las marcas pueden usar esas tecnologías que los consumidores quieren - y no siempre pueden pagar - como punto de conexión está en internet. Los ciudadanos se han convertido en internautas y están cada vez más deseosos de conectarse a la red. Internet se ha convertido en un elemento transversal, empleando para todas y cada una de las cosas de la vida cotidiana. En internet se hacen cosas tan variopintas como formarse o como hacer la compra semanal, además de por supuesto mantenerse en contacto con todos los amigos y contactos que se han hecho a lo largo de los años.

El poder de internet como elemento que hace que los consumidores se aproximen a una empresa es muy elevado y el poder ofrecer ese servicio de forma gratuita o con costes muy bajos es una excusa perfecta para hacer que los consumidores interactúen con la marca. Lo saben muy bien los centros comerciales, que han hecho del WiFi gratis una cada vez más creciente herramienta de seducción, y sin duda lo saben muy bien los bares. Ahora mismo, en algunas ciudades, un bar sin WiFi parece que no tiene ya sentido: hasta el bar más cutre y que parece más antediluviano tiene su propia red para que los usuarios se conecten.

La cadena Starbucks fue una de las pioneras en ofrecer una conexión a internet a sus consumidores y fue uno de los elementos que ayudó a crear sus valores de marca. Los consumidores sabían que podían ir a la cafetería, pedirse cualquier cosa y conectarse a la red todo el tiempo que quisiesen. El trabajador moderno conectado con su ordenador en un Starbucks se convirtió en una especie de símbolo del mundo moderno.

Pero no solo las cafeterías o los centros comerciales han aprovechado el interés creciente de los consumidores por la red y no solo ellas han sabido canalizarlo como punto de contacto con el consumidor por parte de la marca, muchas son las marcas que está empleando el deseo por acceder a la tecnología como elemento de contacto.

Fibra por anuncios

El potencial de la tecnología como elemento de contacto es muy elevado y los consumidores están dispuestos a hacer muchas cosas por acceder a esos servicios gratis. Quien se haya conectado alguna vez a alguna red gratis de alguna marca sabrá que tiene que dejar un correo electrónico (con lo que el acceso a la tecnología se convierte en una manera muy eficiente de hacer leads) y también que tendrá que ver unos cuantos anuncios. La tecnología gratis es una manera muy adecuada de convencer al consumidor de que vea unos cuantos mensajes de marca.

La idea podría ser llevada incluso a un paso más allá, con objetivos más ambiciosos. ¿Podrían ser los anuncios los que subvencionan el acceso a internet, como los anuncios son los que pagan que podamos ver la tele? Una campaña en Kickstarter en Reino Unido ha partido de esa idea y está recaudando fondos para construir una red al margen de las operadoras tradicionales de telecomunicaciones y llevar fibra óptica a los hogares. Los usuarios no tendrían que pagar cuotas mensuales y la propia red se financiaría con los ingresos que se conseguirían por la publicidad, lo que, como apuntan los medios que ya han analizado la idea, supondría un cambio de perspectiva sobre cómo se sirve y se contrata el servicio de conexión a internet.

Más allá de lo cuestionable técnicamente de la idea (implantar fibra óptica es algo muy caro que tendría un coste muy elevado para quienes no están respaldados por ninguna gran compañía), lo cierto es que la propuesta abre el camino al debate sobre lo que los consumidores están dispuestos a hacer por acceder a la tecnología sin coste y a qué están dispuestos a ceder ante las empresas (aquí se habla de anuncios) para poder tenerlo.

A esta idea se podría sumar también la de Google Fiber, que no es exactamente lo mismo pero que también parte del mismo punto de partida (conexión a internet de calidad a un precio muy reducido). Google ofrece conexión de fibra óptica de altísima velocidad y canales de televisión (en competencia con las cableras) en unas cuantas ciudades de Estados Unidos y lo hace con precios muy bajos (en el paquete de solo internet el usuario solo tiene que pagar la instalación). Los consumidores se dejan atraer por el atractivo de unos precios tan bajos y la compañía está no solo educando a los consumidores para que demanden en general lo que a ellos les interesa (un internet más rápido) sino también probando nuevos formatos en los que el conocimiento que tiene de los usuarios le sirve para servir mejores anuncios.

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