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Objetivos, metas, creatividad y un plan definido: Su estrategia de Navidad no puede quedar en manos del azar

Cuáles son los elementos básicos para crear el esqueleto de la campaña de Navidad

Por Redacción - 7 Noviembre 2016

La campaña de Navidad es uno de los momentos cruciales para muchas marcas y para muchas firmas. ¿Por qué ocurre esto? Es una cuestión meramente económica. La campaña de Navidad es un momento en el que los consumidores están más abiertos que nunca a las compras y un período, por tanto, en el que están más decididos que nunca a gastar dinero. Los consumidores quieren comprar y tienen además una mayor tolerancia al gasto. Dado que muchas de sus compras son regalos para sus familiares y amigos y dado que valoran ser capaces de acertar y de comprar lo que estos realmente necesitan, quieren o le harán felices, el dinero se convierte en una cuestión un tanto secundaria. Los consumidores tienen presupuestos bastante elevados y están más abiertos que nunca al gasto.

Y, por ello, las marcas hacen su particular agosto en pleno mes de diciembre (o noviembre y hasta octubre, que la campaña de Navidad empieza cada vez antes) y cuidan con atención lo que hacen y dicen para así lograr conectar con el potencial comprador. La campaña de Navidad es uno de los momentos más sensibles del año y uno en el que las marcas se pueden permitir menos errores que nunca. Sus estrategias tienen que ser lo más eficientes posibles y las marcas tienen que ser capaces de conectar de forma más efectiva que nunca con sus receptores. Preparar la perfecta campaña de Navidad es por tanto casi una obligación a la que las marcas no se pueden sustraer. Todo tiene que salir bien y las compañías tienen que ser capaces de dar todos los pasos necesarios para que esto ocurra.

Pero ¿cómo se crea la perfecta campaña de Navidad? No es difícil imaginar cómo tiene que ser una campaña de Navidad y qué parecen tener en común todas ellas. Al fin y al cabo, la Navidad es un período con unas características muy claras y un tiempo en el que todo el mundo parece entregado a prácticamente ciertos tipos de comportamientos y a ciertos tipos de pautas de consumo. Todo tiene que ser navideño, y por navideño uno ve rápidamente guirnaldas, luces y juegos de rojo y dorado, para así encajar en la agenda del momento y conectar con el consumidor. Pero, más allá de estos elementos obvios, las campañas tienen que seguir una cierta estructura para lograr obtener lo mejor posible de sus acciones. Las campañas tienen que tener un esqueleto que las sostenga.

¿Cuáles deben ser esos huesos que sostengan todas las acciones de las marcas y que garanticen que se obtienen los mejores resultados posibles? En un análisis de SimplyMeasured, establecen cuáles son los elementos que toda marca tiene que asegurarse de tener en su campaña de Navidad si realmente quiere obtener los mejores resultados.

Hay que fijarse un objetivo

Es el punto claro en todas las campañas y también tiene que serlo en este momento concreto. ¿Qué espera conseguir la marca? ¿Qué quiere lograr? La marca tiene que saber lo que espera de su campaña de Navidad para poder alinear a ello todo lo demás. Este objetivo crucial, ya sea vender más, mejorar el reconocimiento de marca o crear engagement, será el que sostenga todo lo que la marca haga.

Hay que tener unas metas claras

Pero lo cierto es que no solo vale con tener un objetivo general y difuso, por así decirlo, sino que además hay que verlo de una manera mucho más específica y clara. La marca tiene que tener claros ciertos hitos y tiene que esforzarse por llegar a ellos. Tiene que tener metas concretas, que sean como marcas que muestren que van por el buen camino. Según recuerdan en el análisis de Hootsuite, las metas tienen que ser específicas, medibles, alcanzables relevantes y marcadas por un tiempo concreto (tienen que tener fecha de caducidad).

Hay que crear un plan

Una vez que esto está claro, la marca tiene que crear un plan de actuación con los pasos que seguirá para cumplir con sus metas y con sus objetivos y con, por tanto, todo lo que necesitará para cumplir con ello. El plan debe ser claro y completo y debe abordar todas las posibles necesidades (desde el timeline hasta las necesidades de presupuesto) para así ser capaces de estar preparados para todo.

Hay que tener preparada la base creativa

Para que todo funcione y para que nada pille a la marca sin estar preparada, la compañía no solo tendrá que hacer una previsión clara de todo lo que necesitará y de todo lo que piensa alcanzar sino también de todo lo que usará para ello. Por eso, es preciso tener claro cómo se utilizará la creatividad (y qué creatividad se empleará) antes de empezar, para que así todas las patas de la empresa (desde la publicidad hasta las redes sociales) estén alineadas a ello.

Hay que hacer un seguimiento

Y, por supuesto, no solo vale con tener claro qué se hará, cuándo y cómo. También hay que tener claro qué ha ocurrido con ello. La última pata para una estrategia para la campaña de Navidad es el seguimiento. Hay que hacer un seguimiento de todo lo que se hace o lanza y de los resultados conseguidos.

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