Artículo Estrategia

Las claves para lograr que la estrategia de marketing sea realmente efectiva

Por Redacción - 25 Enero 2017

Se pueden hacer muchas estrategias de marketing, se pueden apostar por muchas líneas de trabajo y se puede destinar un elevado porcentaje de recursos a una campaña, pero no por ello uno está ya cumpliendo con lo que debería lograr. Porque en el camino que las marcas deben seguir para encontrar el éxito en su estrategia de marketing la clave está, al final, en una palabra: la efectividad. Lo importante de las estrategias de marketing, de las líneas de trabajo y de los recursos empleados es que estos permitan a las marcas conseguir lo que están buscando, que sean eficientes y efectivas a la hora de encontrarse con los consumidores y lograr los resultados esperados.

Pero ¿cómo se logra exactamente lograr esa efectividad? ¿Cuál es la fórmula secreta que hace que las cosas sean realmente efectivas y no que se queden por el camino como simplemente intentos fallidos por parte de las marcas de lograr sus deseados objetivos?

Siempre resulta un tanto peligroso crear fórmulas mágicas, ya que en realidad pueden entrar en juego muchos factores y pueden desvirtuar por completo el trabajo realizado. A todo ello hay que sumar que, por mucha fórmula mágica que se tenga, no se puede pensar en arreglos que lo simplifican todo y que consiguen por arte de magia cubrir todas las necesidades de las marcas y todos los potenciales problemas. Aunque sí es cierto que partir de ciertas cuestiones y de ciertos factores ayuda mucho más a acercarse a los objetivos previstos que el seguir otros caminos.

Y ¿cuál es el camino más directo a la eficiencia? La clave está en el equilibrio. Como apuntan en las conclusiones de un análisis de Warc, para que las estrategias de marketing sean realmente efectivas tienen que lograr equilibrar los diferentes puntos a conseguir. Es decir, tienen que lograr equilibrar el ser capaces de llegar a las masas de consumidores al tiempo que conectar con targets muy específicos y también el conseguir alcanzar un posicionamiento a largo plazo recurriendo también al corto plazo.

Para ello, las marcas tienen sobre todo que vigilar tres elementos clave y cuidar muy bien lo que hacen durante esos procesos

Entender el proceso de compra

Las marcas tienen que estar seguras de haber comprendido muy bien cuál es el proceso de compra de sus consumidores y cómo encajan los mensajes que lanzan en el mismo. Es decir, tienen que lograr comprender de un modo realmente eficiente cómo descubre el consumidor sus productos y cómo llega a comprarlos. Una vez que tenga esa información y la tenga de una forma sólida y solvente, será capaz de crear los mensajes más adecuados y de posicionarlos del modo más efectivo.

No es solo audiencia, también está el contexto

Uno de los problemas que están teniendo las marcas a la hora de conectar con los consumidores es que se están centrando quizás demasiado en el receptor y no solo en lo general. Es decir, las marcas se están preocupando por las audiencias mucho (lo que es importante) pero están olvidando en este proceso el contexto en el que se sirven los mensajes. El mensaje no es solo importante por el quién lo va a recibir, sino también por el cómo lo va a recibir. ¿Cuál es el mejor momento para enviarlo? ¿En qué escenario encaja mejor? Las marcas deben preguntarse también esas cosas.

No hay que perder de vista el efecto global

Por otro lado, en las campañas, no solo hay que tener en cuenta cómo recibirá el mercado específico la campaña que se quiere lanzar sino también el impacto que tendrá de forma mucho más global. La mejor manera de comprenderlo es Coca-Cola: sus campañas funcionan con los targets a los que quieren llegar, pero también logran un efecto positivo para la imagen de la marca de un modo mucho más global.

Más Leídos
Semanal
Mensual
Anual
Contenidos Patrocinados
ADS
Promocionados