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Por Redacción - 1 Diciembre 2017
El gran camión de Coca-Cola es una de esas cosas que marcan - o marcaban en las últimas décadas - la Navidad. Se habían convertido en un símbolo navideño omnipresente en las campañas de la compañía y, en ocasiones, presentes de forma física en las calles. Coca-Cola diseñó sus camiones iluminados en los 90, pero los incorporó a su estrategia de publicidad a nivel más amplio tras su éxito. El camión fue calando entre los consumidores, incluso entre aquellos que solo los han visto en imágenes en los anuncios de la televisión, y de ahí se fue convirtiendo en un símbolo… Un símbolo, por otra parte, que ahora se podría convertir también en un icono del cambio y de cómo se ha modificado la percepción de los refrescos y de las grandes marcas del sector.
Y es que el icónico camión iluminado de la Navidad de Coca-Cola podría ser prohibido, al menos en Reino Unido. El responsable del Public Health England, el sistema público de salud británico, ha hecho un llamamiento contra el camión navideño y ha pedido que sea prohibido. Según ha acusado, la campaña se centra en áreas en las que los niños británicos tienen problemas en sus dientes y obesidad, problemas que han asociado al consumo excesivo de azúcar.
El llamamiento al boicot está acompañado de una petición de medidas concretas: el responsable ha pedido a los ayuntamientos y a los centros comerciales que prohíban que el camión de Coca-Cola los visite. "Marcas con grandes nombres recorriendo el país en Navidad para anunciar sus productos con más azúcar a los niños e impulsar las ventas no ayuda a que las familias tomen decisiones más sanas y a los más amplios esfuerzos contra la obesidad infantil y los dientes picados", acusó Duncan Selbie, el responsable del servicio, como recoge The Guardian.
Las previsiones son las de que el camión pare en 42 localidades de Escocia e Inglaterra. En esas paradas, los consumidores se podrán hacer selfies festivos, recibir impactos de marketing y beber gratis muestras de los productos de Coca-Cola. En el 61% de esas localizaciones el porcentaje de niños de cinco años con caries es superior a la media.
Coca-Cola se ha defendido diciendo que no darán bebidas a menores de 12 años sin permiso de sus padres (y sin que ellos estén allí para decirlo) y recordando que darán bebidas sin azúcar y dietéticas (según ellos el 70% de las muestras serán de la modalidad Zero) pero a pesar de ello la cuestión es bastante más compleja que un ataque concreto.
De hecho, el problema va más allá incluso del mercado en el que esto está pasando y muestra un cambio en la situación en la que se encuentra el gigante y otros que se mueven en el mismo mercado que ellos y en segmentos parecidos. Ya no solo se trata de que los consumidores estén cada vez más preocupados por los hábitos saludables y por el impacto de ciertos productos, sino que además las autoridades sanitarias están más implicadas en ello.
Esto no solo crea una presión en términos legislativos que está haciendo ya que cambien composiciones de productos, precios y modos de comercialización, sino también una presión en términos de imagen. A medida que las autoridades sanitarias convierten el problema en algo mucho más visible, el consumidor siente que es algo más serio.
¿Serán los refrescos el próximo tabaco?
