Artículo Negocios y Empresas

Cómo la revolución digital puede cambiar por completo a su negocio o empresa

Por Redacción - 17 Febrero 2015

La revolución digital ha tenido un poderoso impacto en el día a día. Las cosas que hacemos ahora ya no son como las que hacían nuestros padres y mucho menos como las que hacían nuestros abuelos. La vida está marcada por teléfonos móviles, ecommerce, análisis de datos y hasta por lavadoras que recuerdan nuestros programas de lavado favoritos. Y si la vida ha cambiado por culpa de la revolución digital, otro tanto ha ocurrido o debería ocurrir con la relación que se establece entre las marcas y los consumidores y la posición de las marcas en general en relación con el mundo.

El nuevo entorno digital ha modificado cómo son las marcas y cómo deben actual y tendrá un impacto aún mayor en el futuro próximo, como recuerdan en una columna en Inc en la que analizan los cambios que las nuevas tecnologías impondrán en el futuro inmediato de las empresas. ¿Cómo tendrán que cambiar y en qué terrenos tendrán que trabajar las compañías para adaptarse a este futuro mucho más TI? Los cambios tocarán todos los palos, desde el uso que las nuevas tecnologías tienen directamente en las operaciones corporativas hasta aspectos mucho más vagos marcados por el impacto de la red y las comunicaciones en los tiempos de internet.

La fama como lugar de trabajo será una parte más de la marca

Ahora que internet ha convertido a todo en algo más transparente y en el que todo es mucho más visible, los errores, incluso los que no tienen que ver con los consumidores, son mucho más obvios. A diferencia de lo que dice la sabiduría popular, los trapos sucios ya no se lavan en casa. Y además hay que sumar que las necesidades de las empresas irán cada vez más hacia el personal muy especializado (y escaso) y a tener que fichar millennials (por una cuestión demográfica lógica): por ello lo que se piense de una empresa como lugar de trabajo se ha convertido en una parte indispensable de la construcción de marca.

A esto se suma, además, que la relación entre empleados y empleadores va a cambiar, adelantan en Inc, más en 2015 de lo que ha hecho en los años anteriores. La culpa la tiene la creciente transparencia impulsada por internet. Los empleados necesitan entender las decisiones de las empresas para las que trabajan y estas tendrán que esforzarse por hacerlas comprensibles. Y, además, no hay que olvidar que ahora los trabajadores tienen una fuerza mucho más poderosa ya que son más fácilmente escuchables: como los consumidores, solo tienen que coger su móvil y contar lo que pasa en las redes sociales.

La gestión de la información se convertirá en un punto clave

A medida que se requiere mayor transparencia por parte de las empresas, estas tendrán que aprender nuevas y mejores formas de gestionar la información. Tendrán que ser mucho más eficientes en la recolección de datos y tendrán que ser mucho más acertados a la hora de compartir los datos y las lecciones que de ellos se pueden extraer.

La facilidad para el cambio será un elemento determinante

A medida que aumentan las condiciones que son diferentes y a medida que a las empresas no les queda más remedio que enfrentarse a ellas, su rapidez para aceptar los cambios y para ajustarse a ellos se convierte en un elemento clave. La facilidad para el cambio tendrá que convertirse en uno de los valores de marca básicos de las compañías. Como recuerdan en Inc, los cambios marcados por la migración a lo digital van a crear aún más presión sobre las compañías en cuestiones de modernización y cambio y estas no tendrán más remedio que responder rápido y de forma eficiente.

Los dispositivos móviles son una realidad y también una amenaza

Las empresas tienen que adaptarse a esta nueva realidad marcada por los dispositivos móviles, pero además tendrán que enfrentarse a una nueva cuestión. ¿Cómo los dispositivos móviles pueden afectar al día a día de la empresa desde dentro? Uno de los temores que deja ver esta previsión es que las propias compañías pierdan los valores derivados de las relaciones entre trabajadores, ya que estos se estarán centrando demasiado en sus dispositivos móviles y en interactuar a través de ellos. Otro potencial problema está en que la atención al cliente pierda calidad por culpa de una mala adaptación a este nuevo ecosistema.

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