Artículo Negocios y Empresas

Los millennials, los más proclives a usar los servicios de autopago

No tener que interactuar con el personal de caja es una de las razones por las que los consumidores usan estas herramientas

Por Redacción - 30 Abril 2015

Los millennials ya han obligado a las marcas a hacer numerosos cambios en sus puntos de venta y a modificar muchas de las cosas que ofrecen (y el cómo las ofrecen) para ajustarse a sus peticiones y preferencias. Se han tenido que adaptar a los dispositivos móviles porque estos son los terminales favoritos de estos consumidores, han tenido que reajustar cómo presentan su oferta o han tenido que comenzar a dar importancia a elementos que hasta el momento eran más o menos un valor añadido y no un criterio decisivo para cerrar una venta.

Los supermercados son uno de los mercados que más han tenido que cambiar para adaptarse a lo que los millennials esperan de ellos. Los miembros de la Generación del Milenio han modificado por completo cómo se hace la compra. Ellos ya no van ni con una lista ni han establecido un día para ir al super. Van cuando lo necesitan y compran basándose en recetas y no solo en cuestiones genéricas. Además, dan especial importancia a los productos orgánicos y a los de producción local, que son los que incluyen en su cesta de la compra. Los supermercados se han adaptado a esta realidad, aunque lo cierto es que pronto tendrían que adaptarse también a otra.

Según un estudio de la consultora Retale, los millennials son los consumidores más entusiastas en el uso de las cajas de autocheckout, porque así consiguen evitar las largas colas que se forman en las cajas. Las cajas de autocheckout son las cajas en las que son los propios consumidores los que se cobran los productos que han comprado. Ellos son los que los pasan por el lector, los que comprueban que todos los productos estén en el ticket de caja (por supuesto, hay un trabajador de la compañía en la zona en todo momento), los que embolsan, los que pagan y los que recogen el cambio. Es una caja en la que el cliente lo hace todo: un autoservicio. Y, aunque algunas firmas de otros mercados, como pudo ser la cadena de librerías Fnac, lo han probado, lo cierto es que las cajas selfservice se han convertido sobre todo en un miembro del paisaje de los supers.

Según los datos del estudio, el 85% de los consumidores ha empleado en alguna ocasión una de estas cajas de autoservicio. La cifra de uso sube cuando se centra en los consumidores millennials. Un 91% de los millennials las ha usado. Pero los millennials no solo las emplean sino que además también presentan un porcentaje bastante interesante cuando se pregunta qué tipo de cajas de pago se prefieren. Uno de cada 5 millennials asegura que ellos se quedarían con la caja de autopago.

¿Por qué usar este tipo de soluciones? La principal de las razones está relacionada con la propia compra. Un 72% asegura que opta por este tipo de cajas porque lleva pocas cosas en la cesta de la compra. Poder saltarse las esperas es otras de las causas. Un 55% defiende que se queda con esta caja porque no tiene cola.

Al margen de estas realidades pragmáticas, también están las cuestiones personales. Un 13% opta por estas cajas porque quiere mantener su privacidad y un 12% porque, directamente, no le gusta interactuar con el personal de caja (en el caso de los millennials, este punto sube hasta el 20%).

¿Qué esperan los consumidores?

Pero los consumidores no optan únicamente a las cajas de autopago por esas razones, sino también porque consideran que son más cómodas (un 67% así lo señala) aunque por el momento no siempre consiguen cumplir con todas sus expectativas. Un 41% de los consumidores cree, de hecho, que las cajas de autoservicio podrían ser mucho mejores.

Según los propios compradores, este tipo de cajas presentan ciertos problemas a la hora de escanear productos (lo considera un 35%), usar cupones (un 24%), comprender lo que la pantalla con órdenes para el proceso nos está indicando (un 16% cree que no son suficientemente claras), pagar con efectivo (un 15%) o tener que introducir a mano los códigos de producto (un 14%). Estos serían los espacios en los que los responsables de los establecimientos tendrían, por tanto, que mejorar sus cajas de autopago.

A eso se suma el hecho de que los consumidores empiezan a ser mucho más exigentes con las posibilidades tecnológicas de estos aparatos, especialmente cuando se analiza lo que demandan los millennials. Un 26% de los miembros de la Generación del Milenio reclama poder usar sus smartphones como terminales de autopago.

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