Artículo Negocios y Empresas

¿Siguen teniendo sentido los CMO en la época del big data?

¿Han perdido su utilidad los profesionales que no solo no están trabajando con utilidades paralelas a los datos?

Por Redacción - 11 Octubre 2016

Las marcas han necesitado, a lo largo de los tiempos, a responsables de marketing que guiasen sus pasos y que tomasen decisiones sobre lo que hacer y lo que no para conectar con los consumidores. Los responsables de marketing eran los que marcaban el camino a seguir, los que creaban las estrategias que las marcas seguían para triunfar, y eran, además, profesionales que partían mucho más de su talento que de sus conocimientos científicos o de la información contextual. En el mundo del marketing lo que importaba era ser creativo, era tener esa visión y lograr así conectar con los consumidores y hacer que estos conectasen a su vez con la marca.

Pero las cosas han cambiado, como demuestran las ofertas de trabajo, los planes de formación ligados al universo del marketing y las expectativas que tienen las empresas. Las cosas ya no dependen solo de lo que una persona creativa pueda ver o sentir y la estrategia de las marcas ya no reposa en la intuición de un visionario, sino que ahora tienen que asentarse más en los datos, en las herramientas tecnológicas y en la información en cierto modo blindada por el conocimiento.

Ha llegado la era del big data y eso ha cambiado las cosas por completo. El big data permite conocer mejor que nunca al consumidor, ya que las marcas tienen, por vez primera, acceso a un elevado volumen de información sobre cómo son y qué quieren los consumidores. Las marcas tienen por tanto acceso a muchísima información, a muchísimos datos que sirven de guía para tomar muchísimas decisiones y hacerlo, además, de un modo mucho más ajustado y mucho más adecuado. En lugar de confiar en lo que se cree que pasará, las marcas pueden, simplemente, lanzar decisiones partiendo de lo que los datos le dirán que ocurrirá.

Y, en este escenario, ¿han perdido su utilidad los profesionales que no solo no están trabajando con utilidades paralelas a los datos, sino que además tienen el secreto de su éxito en algo que parece completamente contrario, como es el caso de la intuición? ¿Han caído los responsables del marketing, los CMO, en la batalla con los datos y la tecnología?

De entrada, los responsables de marketing tienen que aprender un nuevo lenguaje. Sea como sea, los directivos no pueden no conocer el mundo de los datos y no pueden no comprender cómo opera este nuevo mundo. Por ello, los directivos tienen que reciclarse, tienen que aprender este nuevo lenguaje y tienen que ser capaces de comprender lo que los datos traen y suponen.

Igualmente, una parte muy importante del trabajo de los directivos no es, solo, el ser capaz de hacer todas esas cosas ellos mismos o de tener esos conocimientos ellos mismos. Una parte fundamental del trabajo de los directivos es la de ser capaz de delegar, de encontrar el talento necesario para cubrir esas necesidades y para que sean capaces de hacer una suerte de filtrado para ellos, de debrozarles el camino.

Pero los datos no son la poción mágica

Y, además, a pesar de que los datos son muy importantes y a pesar de que el big data está cambiando por completo las reglas del juego, los responsables de marketing no deben olvidar la esencia de su trabajo y no deben "confiarse" con el tema de los datos. Es decir, el big data es una pieza crucial y fundamental, pero el CMO también lo sigue siendo y también sigue siendo muy necesario. Su trabajo es crucial para el éxito de la marca y los datos son un apoyo, un apoyo importante sí, pero no un sustituto de su labor.

Como recuerdan en un análisis en Forbes, los datos y el big data no son un bálsamo mágico que solucionará todos los problemas y que acabará con todas las cuestiones que los responsables de marketing tienen que hacer y decir. Es decir, los datos son un apoyo importante, pero no un sustituto que hará de pronto todo ese trabajo y lo hará sin fallo.

El CMO sigue siendo altamente necesario, ya que aportará el otro punto, la otra visión, y será capaz de tener una visión mucho más global de las cosas. Tendrá una visión de experto y de conocedor del terreno.

Los datos ayudarán a mejorar su trabajo, pero a pesar de ello los directivos tendrán que ser plenamente conscientes de sus limitaciones y de que no son una varita mágica. Los datos son muy valiosos y muy útiles, siempre y cuando se parta de fuentes de información relevantes y completas, sólidas, y siempre que se sepa hacer las preguntas adecuadas y sacar de ese bruto de información lo que es realmente relevante. Los datos ayudarán por tanto a tomar decisiones, a tomar mejores decisiones, de hecho, pero no funcionarán como una alternativa.

Más Leídos
Semanal
Mensual
Anual
Contenidos Patrocinados
ADS
Promocionados