Opinión Redes Sociales

Cuando Twitter se convirtió en el nuevo 'canal rosa' de la Web 2.0

Editor de contenidos en PuroMarketing

En Twitter se pueden hacer muchas cosas: desde conocer qué ocurre en cualquier acontecimiento en tiempo real, informarnos sobre temáticas muy concretas hasta encontrar trabajo. Sí, se pueden encontrar ofertas de empleo en la red de microblogging. Pero también se pueden dar otros usos, como en cualquier red social, lo que hagamos en ella reflejará nuestra personalidad tanto dentro como fuera. La Web 2.0 nos convierte en criaturas vulnerables, y cuando antes un error sólo estaba al alcance de unos pocos, con estos canales los fallos se maximizan y tal vez, también se exageran.

Todos recordamos casos que han tenido graves problemas con su identidad digital tras publicar mensajes poco apropiados en Twitter. Aunque cueste creerlo, todavía no nos entra en la cabeza que lo que digamos en los tweets refleja nuestra identidad, se expande a través de nuestros seguidores en efecto red y genera opinión hacia nosotros.

Por muy anónimos y poco conocidos que seamos, siempre tendremos nuestro entorno, y éste, desde Twitter, se hará una idea sobre cómo somos. La tendencia es que en redes sociales digamos, en ocasiones, lo que no somos capaces de decir en la vida real. Cuando el uso de Twitter crece un 151 % en España, conviene que comencemos a preocuparnos "algo" por lo que se dice / decimos en la plataforma social de más crecimiento.

El efecto que sobre nuestro micro universo tienen comentarios negativos es singular. Twitter puede ser una herramienta excelente para transformarnos en voces expertas en nuestra especialidad, o un espacio vacuo. Por desgracia, creo que desde hace algunos meses el crecimiento de la red social está potenciando este toque de simplicidad.

Si Twitter lo vas a destinar a tu vida personal e íntima, haz como Facebook: bloquea el acceso. Y ojo, que no tengo nada en contra de quienes encuentran en la plataforma un espacio para contar su vida, pero en muchas ocasiones el egosurfing se nos va de las manos. A veces hasta nos olvidamos de la discreción para con los demás, pues se sueltan mensajes que a otros no les gustaría ver en público.

Twitter se está transformando en el nuevo canal rosa de la Web 2.0. Y lo peor es que la conversación, a diferencia de Facebook, se desarrolla por norma general en público. ¿Qué pensais? Desde luego, la solución pasa por que el sentido común sea la norma, sin olvidarnos de la educación y la elegancia con nuestros mensajes, de compartir contenidos útiles para otros y de hablar siempre con respeto.

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