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Es el éxito de los vídeos de Facebook a costa de los YouTubers

Aunque algunos youtubers no lo ven realmente como un problema, como recogen en un análisis en Forbes, otros tienen una visión mucho más crítica con Facebook.

Por Redacción - 13 Septiembre 2016

La guerra de los vídeos es una de las grandes guerras que se avecinan, o que ya están en las primeras escaramuzas, en internet. Hasta no hace mucho, el mercado del vídeo tenía un gran jugador. YouTube dominaba ampliamente en ese terreno y quien quería hacer que un vídeo llegase al mercado tenía que subirlo ahí. YouTube era la fuente de todos los virales, el destino por defecto de todos los vídeos y el lugar favorito en el que los consumidores buscaban esos contenidos. Pero lo cierto es que las cosas ya no son exactamente así, o ya no son tan simples.

Al vídeo le han salido más competidores y Facebook ha entrado con fuerza en este terreno. La red social está premiando los vídeos por encima de todas las cosas. Si alguien quiere posicionarse de forma destacada en el feed de noticias, no tiene más remedio que echar mano de un vídeo, ya que los vídeos consiguen colarse por encima de los demás contenidos y, sobre todo, escapan a las penalizaciones que Facebook ha acabado imponiendo a marcas y medios y que han lastrado sus contenidos para siempre. A todo esto hay que sumar que Facebook se ha lanzado a una campaña para incentivar el que se publiquen vídeos, haciendo mil y una cosa para convencer a los jugadores del mercado de que publicar vídeos en Facebook es la mejor idea.

Todo ello ha generado muchísima actividad y ha hecho que los vídeos sean cada vez más y más habituales en la red social, con cada vez más jugadores en ese terreno. No hay más que ver el boom que los vídeos de comida están teniendo y como cada vez hay más y más perfiles en Facebook dedicados a subir recetas en vídeo, recetas que siguen todas la misma idea y el mismo tipo de perfil. Es el tipo de vídeo que se puede ver rápido y se puede ver sin sonido.

El boom de los vídeos de recetas es uno de los rasgos más característicos del boom de los vídeos en Facebook y posiblemente el más positivo. No es el único. En el otro extremo, el extremo de lo negativo y lo cuestionable, está el que se conoce como freebooting, que no es más que la apropiación de vídeos de terceros para subirlos como propios. Muchos de esos vídeos que circulan por Facebook y que acumulan visionado tras visionado no son, al final, más que vídeos robados a cuentas en YouTube que los han subido primero.

La cuestión no es algo nuevo. Al fin y al cabo, siempre ha existido piratería de contenidos y siempre han existido vídeos robados. El propio YouTube ha visto cómo unos usuarios canibalizaban a otros desde los principios del site. Lo que hace diferente a Facebook es que la red social está, o al menos eso creen los propios creadores de contenidos, adoptando posiciones más bien laxas ante esta realidad.

Sus controles no funcionan

Hace unos meses, Facebook presentó una herramienta que iba a funcionar, o eso prometían, como solución para frenar la piratería de vídeos y daría a quienes habían sido expoliados las armas para denunciar a quienes les robaban contenidos. Los youtubers, los principales damnificados por los freeboters, no estaban completamente contentos. Les parecía que Facebook no había hecho suficiente y, sobre todo, acusaban que para frenar a los piratas Facebook les hacía entrar en su juego. La herramienta funcionaba dentro de Facebook: si querían proteger sus vídeos, también tendrían que subirlos a Facebook. Teniendo en cuenta que esos youtubers se mantienen en YouTube porque esta presenta un modelo más claro de retorno de la inversión (en Facebook aún no se pueden conseguir ingresos con los vídeos), se puede entender que la idea no les gustase mucho.

Aunque algunos youtubers no lo ven realmente como un problema, como recogen en un análisis en Forbes, otros tienen una visión mucho más crítica con Facebook. Como apuntaba al medio una de las integrantes de SketchShe, a quienes les robaron uno de sus vídeos y que consiguió, en la publicación de los freebooters, 80 millones de visionados, esa actividad paralela les hizo perder un montón de engagement. Quienes subieron el vídeo a Facebook ni siquiera les atribuyeron su creación. Las creadoras del vídeo tienen, en YouTube, unos 30 millones de visionados.

De hecho, y a pesar de las promesas, hasta que alguien detectó el problema y solucionó el bug este verano, robar contenido dentro de Facebook era increíblemente fácil.

Y, frente a este escenario, los propios creadores no tienen muy claro si pasarse ellos también a Facebook o centrarse directamente en esa plataforma merece la pena. Más allá de las cuestiones monetarias, Facebook hace mucho más complicado llegar a las audiencias y hace que conseguir visionados, el viralizar el vídeo, no sea tan fácil como puede serlo, a ciertos niveles, hacerlo en YouTube.

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