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Por Redacción - 24 Noviembre 2016
En los últimos tiempos, Instagram se ha convertido en la red social favorita de las marcas, la que está protagonizando una suerte de momento dorado. El cómo Instagram llegó hasta aquí ha ido muy en línea con cómo suele suceder con todas las redes sociales. Instagram empezó siendo una red social más de nicho, que llegaba sobre todo a un grupo demográfico concreto. Luego empezó a crecer y crecer (ahí está la compra milmillonaria por parte de Facebook para demostrar que no era solo algo que interesase a unos pocos) y, en medio de ese crecimiento, atrajo la atención de las marcas, siempre deseosas de encontrar un nuevo escenario en el que conectar con los consumidores. Las marcas primero entraron en la red social como usuarias ellas mismas, pero por supuesto eso no es suficiente.
Instagram acabó lanzando sus propios espacios publicitarios y a cortejar a todas esas marcas presentes en la red social, para que no solo lanzasen contenidos sino también para que se convirtiesen en sus anunciantes y pasasen en el camino por caja. Quienes usan de forma recurrente Instagram empezaron, en su momento, a quejarse de que cada vez hay más y más anuncios en la misma. Para las marcas, Instagram se ha convertido en un escenario más en el que posicionarse como marcas.
Como apuntan en un análisis en eMarketer, Instagram está en crecimiento disparado o en, usando sus propias palabras, una "rápida trayectoria". En un año, la firma ha logrado captar ya una cantidad bastante interesante de anunciantes y la publicidad genera ya en esa red social una cifra anual de 1.850 millones de dólares, según sus estimaciones.
Saber cuánto dinero mueve a ciencia cierta Instagram no es fácil, ya que Facebook no ofrece cifras independientes para ella en las presentaciones de sus resultados trimestrales, pero ya se sabe que en septiembre tenía 500.000 anunciantes y que había doblado por tanto sus cifras de anunciantes en solo seis meses.
Instagram se ha beneficiado de, por un lado, el interés creciente que despierta, el ser la red social de moda, y, por otro lado, de ser propiedad de Facebook. Facebook ha hecho que comprar anuncios en la red social sea tan sencillo como comprar anuncios en Facebook, lo que ha simplificado las cosas para los anunciantes y ha mejorado las posiciones que ocupa Instagram. Quizás por ello también Instagram ha conseguido conectar con un tipo bastante variopinto de anunciantes y ha conseguido conectar con marcas de diferentes terrenos y tamaños.
Los números de diferentes estudios dan la razón a esa idea. Según un estudio de Nanigans, una firma de automatización publicitaria, el 54% de sus consumidores estaba anunciándose en Instagram en abril, una cifra que supera al 31% que lo hacía en octubre del año anterior. No solo se anunciaban más marcas, sino que también gastaban más dinero. La media de gasto en anuncios en Instagram creció en un 29% en los primeros meses de 2016.
Las marcas, en general, tienen previsto entrar o mantener su inversión en Instagram, o al menos eso es lo que se puede extraer de las conclusiones de un estudio de RBC Capital Markets y Advertising Age (elaborado sobre una muestra estadounidense). Un 16% prevé aumentar su gasto, un 12% gasta lo mismo, solo un 2% decrecerá el gasto y un 31% prevé invertir en publicidad en Instagram por primera vez. Solo un 39% no va a gastar dinero en esa red social y en sus anuncios.
