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La tendencia en aumento sobre el uso de tablets y móviles como segunda pantalla mientras se está viendo la televisión es ya una realidad. Pero, ¿qué pasa cuando esa pequeña pantalla no es la segunda sino la primera, la que sustituye a la televisión en nuestro tiempo de ocio?
El cambio se está produciendo, aunque de manera muy sutil, entre los telespectadores más jóvenes. A la par que decrecen sus horas de consumo televisivo, aumenta el uso de tabletas y móviles como medio de entretenimiento.
La penetración del móvil sigue su curso. Las cifras oscilan entre el 75% de la población que según Magid Associates usa un smartphone y el 60% que según estimaciones de ComScore tiene uno en propiedad. La horquilla es amplia pero en cualquier caso revela una clara tendencia al alza. Ahora bien, el uso que se hace de los dispositivos móviles varía en función de las edades y merece la pena echar un vistazo a cómo y para qué los usan las generaciones más jóvenes que podrían marcar la tendencia en un futuro.
Según Magid Associates, un 35% de los jóvenes de entre 18 y 34 años indica que son su principal medio de entretenimiento, seguido de los ordenadores portátiles y de sobremesa (34%) y más de diez puntos por encima de la televisión. Sólo un 21% de los usuarios de tabletas y móviles señala que sentarse a ver la tele sea su principal medio de entretenimiento.
¿Significan estos datos que el mobile es la nueva televisión? Quizá sea demasiado pronto para afirmarlo de manera tan rotunda, a pesar de que los dispositivos móviles se han convertido en los reyes del contenido: el 44% de los usuarios de un smartphone y el 61% de los de tabletas ve vídeos en esos dispositivos. Incluso formatos de más larga duración como series, películas o eventos deportivos. Pero no dejan de ser 1 de cada 5 usuarios de un smartphone, y 2 de cada 5 de tabletas, los que ven contenidos de este tipo y ocupan así una buena parte de su tiempo de ocio.
A pesar de ello, una amplia mayoría de espectadores de televisión sigue prefiriendo para verla, y verla bien, el aparato convencional, según el estudio de Council for Research Excellence. Y es interesante comprobar que los espectadores de televisión a través del móvil son un segmento de población joven, una media de 35 años, tienen ingresos superiores a los que no disponen de dispositivos móviles. Usan smartphones y tabletas para ver la tele porque les resulta sobre todo práctico, además de que les permite ver varios episodios, evitar los anuncios, y realizar otras tareas al mismo tiempo.
No cabe duda del crecimiento de los dispositivos móviles como plataformas de consumo televisivo y de que son los jóvenes los que están tirando de esta tendencia hacia arriba. Las implicaciones que tiene para las televisiones son muchas y variadas, desde incrementar la interactividad de los aparatos de televisión hasta diseñar estrategias publicitarias diferenciadas para un público, quizá menos pasivo, que llega a través de una pantalla más pequeña.
