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No descubro nada nuevo si digo que el universo mobile, liderado por el éxito de los smartphones, ha supuesto una auténtica revolución tecnológica en nuestra sociedad; ahora bien, no me resisto a analizar el impacto de los nuevos dispositivos inteligentes sobre los consumidores y cómo los anunciantes pueden utilizar el teléfono móvil para captar y atraer a su público objetivo de forma segmentada. Sin duda, han marcado un antes y un después en la forma de hacer publicidad, promoviendo a un ritmo vertiginoso nuevos formatos cada vez más eficaces.
En apenas dos años la publicidad móvil ha ido madurando rápidamente hasta el punto de convertir al teléfono móvil en la plataforma idónea para manejar el recuerdo y la fidelidad a una marca. Su eficacia radica sobre todo en su capacidad para segmentar y dirigirse a una audiencia determinada, aportando a los anunciantes información muy útil sobre los usuarios para asegurar el éxito de su campaña.
Los teléfonos de última generación permiten ya generar datos sobre el comportamiento del consumidor y su interacción con apps, buscadores y portales online; valiosa información para el anunciante, que puede crear publicidad “a media” dirigida a un target determinado, lo que garantiza los mejores resultados.
Para lograr una mejor segmentación, la publicidad móvil cuenta con herramientas innovadoras, capaces de crear campañas de publicidad a gusto del consumidor. Lo más novedoso en el mercado digital es el denominado Real Time Bidding (RTB); una de las tendencias protagonistas en la publicidad móvil que representa una nueva evolución en la comercialización del formato display.
Esta nueva herramienta, muy utilizada ya en el mercado estadounidense y británico, permite segmentar la publicidad impresión a impresión, sabiendo de antemano en qué site se va a publicar un anuncio y la tipología de usuarios que lo recibirán. De esta forma, el anunciante tendrá un mayor control sobre su público objetivo, lo que le permitirá conseguir no sólo un mejor emplazamiento sino también incrementar la eficacia de la campaña y, por tanto, mejorar la rentabilidad de la inversión.
La publicidad ‘in-app’, otra caja de sorpresas
Tampoco podemos dejar de lado el fenómeno app. Este tipo de formatos, muy baratos y en ocasiones gratuitos, se han convertido en una plataforma ideal para los anunciantes a la hora de lanzar sus campañas y uno de los soportes donde hoy por hoy más se invierte en publicidad.
A pesar de la crisis en la que estamos inmersos, la publicidad in-app sigue despuntando y continuará creciendo en los próximos años, impulsada por el mayor uso de formatos rich media entre anunciantes y el uso constante de apps entre los consumidores.
No olvidemos que actualmente el 41% de los moviladictos se conectan a internet a través de apps en busca de un acceso más directo a sus contenidos y servicios preferidos. Todo ello se traduce en una atomización mayor de las audiencias e, insisto, en una oportunidad para los anunciantes a la hora de diseñar sus campañas de publicidad y dirigirlas a un público determinado.
En definitiva, la convergencia en el mercado digital es hoy en día una realidad. Bien es cierto que existe un mayor equipamiento tecnológico y una mayor conexión a Internet, lo que da como resultado usuarios ‘multidispositivos’ siempre conectados y con gustos muy diversos. De ahí que el futuro de la publicidad móvil pase por la capacidad de segmentar y agregar una variada tipología de audiencias a las que dirigirse según sus preferencias. Y es que al fin y al cabo, este es el caballo de batalla de los anunciantes: “dar en el blanco” para evitar sitios con poca capacidad de respuesta.
