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Por Redacción - 15 Junio 2010
Un numeroso grupo compuesto por 36 aficionados de nacionalidad holandesa que acudieron al partido que enfrentaba a las selecciones de Holanda y Dinamarca fueron expulsados por los supervisores de la FIFA, alegando que la indumentaria de color naranja que estos aficionados lucían formaba parte de una campaña de "publicidad encubierta" de una empresa no patrocinadora oficial de la Copa del Mundo.
Los aficionados fueron obligados a abandonar sus localidades durante la segunda mitad del partido y quedaron retenidos en dependencias de la FIFA donde fueron interrogadoshasta esclarecerse el asunto.
Finalmente, la propia FIFA pudo confirmar que la indumentaria de color naranjaque estos aficionados vestían, formaba parte de un paquetepromocionalque una marca de cerveza regalaba al comprar su producto como parte de su campaña de publicidaddurante el Mundial.
Algunos de los aficionados afectados explicaron que las fuerzas policiales insistieron de forma continua yreiterada en averiguar una posible relación entre estos y la propia marca, resaltando además el hecho de que este tipo de prácticas depublicidad encubiertaestaban consideradas un delito en Sudáfrica con penas de hasta seis meses de cárcel.
Tras varias horasde interrogación, los aficionados retenidos fueron trasladados a su hotel como atestiguaba una de las afectadas que se lamentaba sobre este incidente "Y todo por llevar un vestido naranja".
Losportavoces de laempresa de cerveza han comentado al respecto que "el emblema de la marca no está en la prenda" y que "la gente debería tener el derecho a llevar lo que quisiera".
