A veces me resulta difícil, muy difícil, encontrar información útil dentro de esta vorágine en que se ha convertido el marketing digital. Incluso se me hace difícil encontrar sus límites y discernir qué es y qué no es. ¿Sabes de estas veces que para saber la hora enciendes la pantalla del móvil, lo apagas, y aún no sabes qué hora es? Pues eso mismo me pasa con algunas web. Puedo estar leyendo durante horas y cuando bajo la pantalla del portátil se me queda cara de tonto; es como si me bombardearan con marketing hablando de marketing sin contarme nada nuevo.
A mí, que me encanta el marketing, por culpa de esta saturación a veces lo aborrezco. Y ante esa sensación de avasallamiento a veces le hablo a mi portátil y le digo: -"¡Eh tranqui, que soy de los tuyos!". Pero no me entiende... Y pienso qué podría sentir en ese momento alguien que le venga al pairo el marketing, o lo que es peor, alguien que quiera empezar en este mundillo. Y me da mucha pena. Si fuera él, seguro que saldría corriendo sin mirar atrás (no literalmente, claro. ¡No te vayas a dejar el portátil!).
A contracorriente
Si nos basamos en el concepto de marketing que explicaba muy bien Alex Serrano, englobaba 5 ideas: Estrategia, Propuesta de valor, Diferenciación, Percepción y Beneficio
Y no puedo estar más de acuerdo con su denominación particular de que el marketing es "un proceso estratégico donde la propuesta de valor se encuentra en la diferenciación". Y digo yo, algo está haciendo rematadamente mal el mundo del marketing digital si no aporta nada nuevo sobre el propio marketing, ¿no te parece?
Por eso ir a contracorriente en este sentido quizá sea una buena propuesta de valor para volver a captar la atención de los que acabamos saturados y de los que se inician en este mundo. Una saturación, que por otro lado, va en aumento por razones como las que explicaba Andrés Toledo hablando de los falsos "influencers" y el marketing de los humildes.
Al final todos somos "influencers" o queremos serlo, y como bien dice Andrés, el problema es que a todos se nos acaba etiquetando de "vende humos". Así que este nuevo marketing de los humildes del que habla, los que huyen del marketing del marketing, es en sí mismo una forma perfecta de ir a contracorriente.
La exasperante infoxicación
Esto no es nuevo, pero es que cada vez va a más; es exponencial. Esta saturación de la que te hablo es la que te infoxica hasta el tuétano, te paraliza y te hace perder tu valioso tiempo sin tomar ninguna decisión. Si creías que jugar al Candy Crush era la mejor forma de malgastar tu tiempo, prueba a infoxicarte verás.
Hace unos días escribía un artículo sobre la infoxicación en el marketing digital, y me quedé tan a gusto oye. Lo que aconsejaba precisamente era separar la paja del trigo, que de alguna forma eligieras antes qué tipo de contenido necesitas o te interesa para saber dónde buscarlo. Al menos así no estarás dando tumbos de un tecnicismo a otro y al final sin saber qué es qué.
Pero claro, estamos un poco en las mismas, porque el tiempo es limitado y parece que cada vez hay menos trigo, aunque quizá lo que hay es más paja... Y uno al final se cansa de separar, ¿verdad? Incluso puedes tener el mejor filtro de contenidos del mundo y acabar explotando de tanta congestión. Entonces hay que hacer algo.
El anti-marketing
Esto es como cuando mi madre me preguntaba si los macarrones estaban buenos. Yo le decía entusiasmado que sí, y claro; macarrones el lunes, macarrones el martes, macarrones el miércoles, macarrones el jueves...
Vamos, que lo poco gusta y lo mucho cansa, y de marketing ahora mismo voy como de macarrones un viernes ya. Así que aprendí que a mi madre le tenía que hacer un poco de anti-marketing: "bueno, no están mal los macarrones mamá?". Y los dos teníamos lo que queríamos en su justa medida.
Así que la idea es ir en contra de lo que está pudriendo el marketing, para sajarlo y dejarlo todo limpio. Tranquilo, éste es un proceso natural por el que acaban pasando muchas cosas en esta vida: heridas, plagas, manchas, gobiernos...
Pero ojo, que esto del anti-marketing no es nuevo, ni mucho menos. El padre del marketing moderno, Philip Kotler, ya hablaba de esta idea que nació para mermar el interés de los consumidores por un producto o servicio. Visto así quién sabe, lo mismo el mundo del marketing ya está haciéndose anti-marketing así mismo sin saberlo... ¡Qué sabia es la naturaleza!
Por ejemplo, vendes un producto muy exclusivo que ha generado mucha demanda, y resulta que ahora lo tiene mucha gente. Ésa no era tu idea de exclusividad precisamente? Así que decides multiplicar el precio o acotas de alguna forma el mercado al que va dirigido ese producto.
El nuevo anti-marketing
El caso es que hoy en día en la era digital este anti-marketing se ha reconvertido en una forma que tienen los consumidores para defenderse. Y la verdad, que el consumidor se tenga que defender así, no habla muy bien de ese marketing que digamos?
Seguro que has visto cómo un simple twit ha puesto a más de una empresa contra las cuerdas, o cómo una crítica en YouTube se ha vuelto tan viral como para hacer rectificar una campaña de marketing de miles de millones de euros. Y no te digo ya si ese anti-marketing luego es impulsado por algún personaje famoso.
¿Pero entonces esto significa que tenemos que dejar de lado el marketing?
Pues oye, si nos referimos a este marketing saturado que está molestando al consumidor, mi respuesta es un SÍ como la catedral de Zaragoza de grande.
Y aquí tienes una bonita oportunidad, porque precisamente si lo dejas de lado y participas de este nuevo anti-marketing, lo que estarás haciendo es allanar el espacio de tu marca para que esos consumidores se sientan a gusto con ella. Estarás aplicando aquello del "menos es más", convirtiendo el anti-marketing en una nueva estrategia de marketing en sí misma de la que los consumidores no tendrán que defenderse. Todos ganamos.
¿Seré yo?
No sé, quizá exagero y esta sensación de saturación que me anima al anti-marketing sólo me pasa a mí, o será la primavera que la sangre altera?
El caso es que si yo como consumidor o como generador de contenidos de marketing tengo que hacer anti-marketing para equilibrar la balanza, como una nueva estrategia de marketing que funciona o simplemente para ir a contracorriente, aquí me tendrás como un salmón. Y ya puestos, aunque sólo sea por mi propia salud mental, dime que tú también tienes esta sensación.
